NO HAY FLOR SIN ESPINAS (Capítulo 9)

 

Capítulo 9  

 Sin embargo...

Seher continuaba totalmente concentrada en su tarea, les susurraba bajito a las plantas lo que parecían ser palabras dulces y las trataba con extrema delicadeza. Yaman no podía más que mirarla en silencio, memorizando todos sus movimientos…se encontró estúpidamente deseando ser una de esas plantas…* Me estoy volviendo loco* pensó. Sacudiendo esos locos pensamientos se dispuso a convencer a su mujer de que era hora de entrar en casa…además ya hacia frío y ella llevaba el vestido de esa mañana…demasiado fino y estaba descalza…

De repente ella volvió la cabeza y lo miró, parecía no haberse dado cuenta hasta ese momento de que él estaba allí…y le sonrió…una sonrisa cálida, sincera, plena …para él…sólo para él. Esa sonrisa prendió una chispa en su pecho que irradió hacia todos los rincones de su cuerpo …un calor desconocido lo embargo y así sin más se sintió en casa…

- Vaya ya has vuelto…¿que te parece?¿ No es precioso? ; le preguntó ella señalando el caleidoscopio de flores que había creado a su alrededor.

- Muy hermoso, contestó él pero la miraba a ella …

- Este será el nuevo hogar de estas plantas. Antes era tierra vacía…y ahora es un jardín…pero para que quieran permanecer en su hogar y arraigar fuerte hay que hablarles con cariño …¿ lo sabías?...las palabras tienen el poder de sanar o destruir según se usen…son un arma poderosa…

- No lo sabía…

- ¿Nunca te lo contó el hermano Ziya…?él sabe mucho de plantas y de amor…

Seher se quedó mirándolo de nuevo como haciendo una evaluación y le soltó,

- Si definitivamente no lo sabes…ni de plantas ni de amor…tus novias deben estar muy frustradas con eso…ni flores ni palabras dulces…

Yaman la miró curioso…* ¿Novias?*; Seher , la Seher que el conocía definitivamente jamás afirmaría  algo así…ella no estaba borracha solo había perdido sus inhibiciones y hablaba sin tapujos …muy interesante…

Seher se puso de pie e intentó salir de entre las flores que la rodeaban. Perdió el equilibrio y Yaman la sujetó, era imposible que ella caminara además sin zapatos. Él como si fuese lo más normal del mundo la tomo de su mínima cintura y la sacó de entre las flores dejándola de pie frente a él. Todavía con las manos en su cintura le preguntó,

- ¿Tu novio Selim sí sabe…? 

Ella alzó la cabeza para mirarlo a los ojos y su expresión se torno de fastidio, quiso apartarse de él pero se tambaleó y Yaman no lo permitió,  ella lo volvió a mirar ahora enfadada y le soltó, 

- Ufffff ¿Tú también?... Todos quieren que me enamore de Selim…Selim es un buen chico, Selim es trabajador, es un buen partido….¿porqué?... 

Ella se quedó en silencio mirando fijamente la cara de Yaman que en ese momento apretaba los dientes no demasiado feliz. Ella estudiaba detenidamente sus rasgos y después de un instante quiso soltarse de él otra vez. Seguía tambaleándose y Yaman enfadado y cansado de forcejear con ella decidió terminar aquella situación y aquella conversación. Así que la tomó en brazos…contra todo pronostico ella pasó los brazos por detrás de su cuello y lo abrazó. Yaman comenzó  caminar hacia la casa. Permanecieron en silencio pero cuando comenzaron a subir la escaleras hacia su habitación ella murmuró en su cuello..

- Sabes… Selim es más guapo que tú… 

Yaman se paró por un instante ante el inesperado golpe en mitad de las escaleras. Ella volvió a hablar tras un instante que pareció un siglo...

- Sin embargo…

Seher entonces se apartó de su cuello y lo miró a la cara, ambos estaban muy cerca… ella llevó la mano a su cara y acunó en ella primero su mejilla y luego con las puntas de los dedos recorrió todas las líneas de su rostro, cejas, pómulos, frente, nariz, hasta llegar a sus labios que tocó con la suavidad de las alas de una mariposa…Yaman apenas respiraba y contra las puntas de sus dedos le preguntó en un susurro ronco…

- ¿Sin embargo..?

Ella que en ese momento  miraba sus propios dedos en los labios de él,  miró  a sus infinitos ojos negros y le contestó en un susurro;

- Jamás quise besarlo …como siempre deseo besarte a ti…

Entonces él tomo su boca, en ese beso vertió todo su ser, que Dios lo ayudará la amaba más que a su orgullo. Ya nada importaba había llegado a su hogar y jamás lo abandonaría.

Seher al principio permaneció sumisa en su beso, dejándose besar por él. Pero poco a poco comenzó a devolver el beso con la misma intensidad que él. Yaman se hizo consciente de donde estaban, en mitad de la escalera y en un acto de lucidez se apresuró a llegar a su habitación.

Estaban en su dormitorio por fin, Seher seguía en sus brazos, respirando en su cuello. Él se sentó en la cama con ella en sus brazos y tras unos minutos le dijo a Seher,

- Mírame…

Seher se aparto lentamente de su cuello, lo que le costó horrores…se sentía completamente avergonzada ahora, era totalmente consciente de todo lo que le había dicho…Pero no había podido controlar su lengua y había hablado sin filtros …con la verdad * ¿ que pensará de mi ahora señor?*, pensó..  y se armó de valor para mirarlo.

 Nada en esta vida la había preparado para esa  mirada… su corazón se salto varios latidos, esa mirada era lo que siempre había querido y no sabía…sus ojos, su cara, todo él...Dios le había dicho que Selim era más guapo…él estaba más allá de la mera belleza, a sus ojos, era la belleza en si…una flor perfecta para ella gracias a cada una de sus espinas, su destino y su infinito. Él pareció escuchar sus pensamientos  y le pidió…

- Bésame…

Y Seher lo besó…

No hubo más palabras esa noche, sólo sensaciones. Se comunicaban sin hablar derramando el uno en el otro todo su ser. Memorizaron cada centímetro de piel con infinitas caricias. Se guardó en su memoria cada peca cada imperfección que los hacia únicos e irrepetibles. Sus cuerpos ya no les pertenecían ahora se pertenecían. Su olor se fusionó ya eran uno sólo. 

Este  no era un proceso reversible …pensó Yaman mientras acariciaba la espalda y el cabello de su mujer dormida sobre él … la luz del amanecer se colaba ya entre las cortinas. La había tomado innumerables veces esa noche y estaba agotada…sin embargo él ya la necesitaba de nuevo…nunca tendría suficiente de ella …*ojalá pudiese parar el tiempo* pensó, ahora comprendió al poeta. Expresar lo que sentía era muy difícil, las palabras siempre lo esquivaban especialmente para expresar sentimientos tan fuertes que le quitaban el aliento… Así que a partir de ahora le hablaría a ella con su cuerpo y ella entendería, siempre había sido ella, ahora sabía que el destino estaba justo en ese momento en sus brazos y jamás lo dejaría escapar.

Seher se despertó con las caricia de sus dedos en la espalda…era delicioso. A pesar del cansancio,  su cuerpo ya estaba respondiendo a él, * ¿siempre será así?*... se preguntó  a si misma, alzó la cara y miró a los ojos de su marido que respondieron su silenciosa pregunta con un *Siempre*.