NO HAY FLOR SIN ESPINAS (Capítulos 1 al 4)




Capítulo 1 

Las espinas de la flor

SEHER 

Esta cayendo el atardecer, los últimos rayos incandescentes están dando paso a la oscuridad, la oscuridad no me gusta, siempre me asustó...hasta que una noche me di cuenta de que en la oscuridad también habita la luz en forma de estrellas, por ello amo más las estrellas, por ello las siguen los marineros, por ello en ellas depositamos nuestros deseos aunque sean fugaces..

Ahora las estrellas han dejado de iluminar la oscuridad, soy  consciente de que siguen ahí, pero no consigo verlas...igual debería mirar hacia el suelo…también hay belleza en la tierra, alguien me lo dijo una vez...la tierra huele tan bien…será porque a ella le entregamos a quienes amamos y en recompensa nos da belleza, flores, aunque como mi padre solía decir..

“Si quieres disfrutar la flor tienes que aprender a lidiar con sus espinas...”

Ufff ya estoy de nuevo poniéndome sentimental, no puedo darme ese lujo, este sentimentalismo mío es el que me ha llevado a este punto, * "- No hay un nosotros! ¿Creías que podías tener un nosotros con Yaman Kirimli ? ¡Tú eres una miserable¡ ¡Te odio!¡Quería verte caer desde lo más alto y lo hice!*

Lo hizo y yo caí,  desde muy alto como él quería, confié en él y en lo que mi corazón escuchó que decía sin palabras, pero me equivoqué. No soy tan ingenua sabía de sus espinas y ahora estoy devastada en el centro de un enorme rosal seco que no tiene ninguna flor para mi.

Pero se acabó enterraré mis sentimientos profundos y me concentraré en la única razón de mi vida Yusuf, hoy después de que su tío me encerró aquí en mi cárcel particular, he tenido varias horas para pensar que haré, Yusuf me necesita y ahí estaré nunca volverá a ser el niño triste que me encontré cuando llegué a su vida.

El tío de Yusuf ha marcado las normas del juego, de la puerta de este dormitorio hacia afuera seremos un  matrimonio normal y enamorado,¡ sea!, a partir de mañana el mundo y él conocerán a la esposa de Yaman Kirimli.


YAMAN 

Encerrada…tenerla así me ha permitido respirar tranquilo toda la tarde...saber dónde estaba y sobre todo saber con quien no podría volverse a reunir a mis espaldas. Zuhal ha sido buena compañía para Yusuf hoy, creo que la juzgué demasiado duramente, obviamente fue más perspicaz que yo, ya que vio la verdad que yo no pude, a pesar de que el niño echaba de menos a su tía al final también ha disfrutado, así que funcionará ...al principio la extrañará pero aprenderá a vivir sin ella…como yo. 

Mi problema son los recuerdos que no puedo controlar y que saltan cuando menos espero como una convulsión que no puedo controlar, fui débil y deje que ella penetrara en todos mis sentidos, mi comida favorita y ahí esta ella, mi ropa y ahí esta ella tocando, eligiendo lo que visto, los cafés…, el tiro con arco y ella frente a mi diana, y luego esta su olor ...no se como es posible en una mansión tan grande pero todo huele a ella... a vainilla y también a azahar, la flor del limón,  era más intenso el día de nuestra boda ...el del azahar, cuando la rodeé con mis brazos siguiendo las instrucciones del fotógrafo, abrazándola ...con mis manos en su cintura y su cuello a escasos centímetros de mi boca…, necesite dios y ayuda para no posar mis labios en aquella vena pulsante que empezó a palpitar como loca cuando uní su cuerpo al mío...¡Dios !¿como pudo fingir eso?....

YUSUF - YAMAN 

- ¿Tío me puede acostar mi tía y contarme un cuento?

- Hoy no hombrecito tu tía esta resfriada, ¿recuerdas? La dejaremos descansar…yo te acostaré me tienes a mi, no necesitas nada más.

- Esta bien tío quiero que mi tía se recupere, contigo me gusta...pero me gusta poner la cabeza en la almohada junto con mi tía y su alma hermosa, como tú ,¿ te acuerdas tío?

- Vamos a la cama pequeño.


Capítulo 2 Un nuevo amanecer

Seher durmió aquella noche sin sueños, lo que era de agradecer, la alternativa eran pesadillas que la despertaban en medio de la noche en un grito silencioso y la dejaban sin aire. La luz del amanecer daba sobre su lado de la cama, bueno el que era su lado de la cama, después de las palabras de él ella se marchó al sofá, compartir el lecho no era algo que ellos pudieran permitirse, eso estaba reservado para aquellos que en dicha cama recreaban su hogar, su refugio y su esperanza. Ahora Yaman dormía solo allí como siempre había hecho, el sol arrancaba tímidos destellos azulados de su cabello negro, aun en sueños su ceño estaba fruncido, señal de que su descanso no era placentero...quizás era lo justo, ella no tenia sueños ya …y los de él le robaban la paz, sabía que eso era posible, tenía conciencia, esto lo sabía por como él amaba a Yusuf, eso no podía negarlo, él era capaz de amar era sólo que no la amaba a ella…

Se levantó despacio del sofá tomó su ropa y salió de allí, hoy  no volvería a entrar en esa habitación, si se mantenía fuera de ella él estaba obligado a comportarse con cordialidad y no podría volver a encerrarla, ya entendió su juego y ahora ella le iba a dar la vuelta, había consagrado su existencia a la felicidad de su sobrino por lo tanto tendría que cambiar así le costara la vida, conservaría su esencia escondida para los que amaba y a él y al mundo les mostraría lo que querrían ver. 

Todavía era muy temprano cuando bajó al salón y todos en la casa dormían. Decidió comenzar a preparar el desayuno, para ella cocinar era un placer, un placer al que no iba a renunciar, desde pequeña la cocina era su lugar favorito, un mundo mágico para ella, la calidez del ambiente, los olores capaces de llevarte a otro lugar y otros días  en ocasiones más felices y en ocasiones más tristes….de repente le vino a la mente el último cumpleaños de su hermana que celebraron en familia …Kevser adoraba el desayuno, era su comida favorita del día y ella quiso sorprenderla  con su baklava de pistacho, un plato difícil pero que su hermana amaba; sin pensarlo tomó los ingredientes de la increíblemente bien surtida despensa de Adalet y comenzó a preparar el delicioso postre. En aquel entonces su hermana hacía poco que se había enamorado de Yalcin,  Kevser trabajaba en una boutique de modas del centro financiero de Estambul, llevaba trabajando allí casi un año y era completamente feliz pues si la cocina era el gran amor de Seher, el de Kevser era la moda, y se le daba genial, siempre sabía que vestir y cuando y tenía un gusto innato exquisito, ella la volvía loca claro esta, ya que la moda no le importaba nada siempre prevaleció la comodidad…un día llegó a casa sonrojada y con estrellas en los ojos, ella le preguntó bastante alarmada- ¿Qué tienes hermana? ¿Te encuentras bien? Y Kevser le contestó – Nunca he estado mejor hermana, he visto mi destino reflejado en los ojos más negros y hermosos que puedas imaginar. Más tarde le contó que un hombre con el cabello rizado y espeso y tan negro como sus ojos había entrado en la tienda porque necesitaba algo que ponerse, le habían volcado un café encima, y Kevser lo atendió…él era encantador y risueño con enormes hoyuelos y según su hermana después de que le sonrió la primera vez se supo perdida; al parecer fue recíproco porque desde ese día el teléfono de su hermana no dejaba de sonar…

Seher pensó que era curioso como tres hermanos podían ser tan diferentes entre si, ahora que los conocía podía decir que Yalcin era el encanto, Ziya la sensibilidad y Yaman …Yaman era como el mismo dijo una gran roca debajo de la cual ella pensó había encontrado a su igual pero se equivocó y ahora sería ella quien construiría su coraza, una fortaleza donde no dejaría entrar a nadie más, porque ella sabía igual que supo su hermana al  mirar unos ojos negros, que ese hombre era su destino, no acabo bien para su hermana , ni para ella.

Cuando se vino a dar  cuenta, envuelta en sus recuerdos el desayuno ya estaba listo para sorpresa de Adalet cuando entró en la cocina;

- ¡Seher¡ esto es un festín digno de un día festivo. Me acabará usted quitando el trabajo.

- No diga eso Adalet usted cocina maravillosamente, a partir de ahora pasaré más tiempo en la cocina porque quiero aprender todo de usted.

- Será un honor hija, te legaré las recetas de mi familia así no se perderán, porque me temo que  a Neslihan… no le va la cocina…

- Si, lo de Neslihan es la moda …me recuerda tanto a mi hermana..

En este momento Neslihan entró a la cocina y se quedo mirando de arriba a bajo a Seher , y le dijo,

  – Disculpa si me sobrepaso pero debes cambiarte, la señora de la casa no puede estar toda enharinada y manchada. Tienes que mantener una imagen ahora eres una Kirimli.

Estas palabras de Neslihan fueron como una corriente eléctrica, ella tenía que cambiar y para comenzar lo más sencillo era la imagen. Lo que los demás veían, lo primero que se percibía Neslihan podía ayudarla tenía el buen ojo y entusiasmo que a ella le faltaban.

- Neslihan, ahora que lo dices…me gustaría pedirte un favor…

- ¿A mi? Claro lo que quieras , respondió  con entusiasmo.

Seher, consciente de lo que se le iba a venir encima, respiró profundamente y dijo.

- ¿Me ayudarías a cambiar  mi estilo?

- ¿Hablas en serio? – Seher asintió.

A partir de ahí Seher ya no escuchó mucho, Neslihan empezó a enumerar todos los cambios que podían llevar a cabo y ella desconectó,  hasta que Neslihan comenzó a enumerar las tiendas de diseñadores que visitarían y ahí fue donde la cortó…

- Lo siento, pero no  vamos a comprar demasiado. Podremos comprar algunas cosas sí, pero mi idea es que con lo que ya tengo mejores mi estilo.

Neslihan obviamente se sorprendió, no podía culparla, su marido podía permitirse cambiar el guardarropa todos los meses si así lo desease, pero ella no quería ni una lira de él. Tenía unos pequeños ahorros, pero sin perspectivas de volver a trabajar pronto no se permitiría derrocharlo. Un poco sí pero con cabeza. Así que le dijo a Neslihan.

- No quiero gastar más, sólo por el hecho de poder. Últimamente hemos gastado mucho con la boda, el ajuar y la luna de miel. Sabes como soy no me gustan los excesos. ¿Podrás ayudarme con estas condiciones? 

- Bueno será más difícil. Suspiro Neslihan. Pero haré mi mejor esfuerzo a veces los complementos lo son todo.

Adalet que había seguido la conversación mientras iba y venia al salón preparando la mesa,  de repente dijo.

- ¿Y si usara la ropa de su hermana? 

- ¿De mi hermana?, repitió Seher.

Entonces Adalet les explicó que cuando falleció su hermana, la Sra. Ikbal le dio orden de tirar todas las pertenencias de la Sra. Kevser . Adalet sintió pena y quiso guardar las cosas por si en el futuro el pequeño Yusuf quería tener algún recuerdo de su madre. Y estaba la ropa …un armario completo con complementos, zapatos, bolsos y prendas para cualquier ocasión. Ella lo había guardado todo en el trastero , bien empaquetado.

- No podía tirarlo , dijo Adalet, casi todo estaba por estrenar. Prendas y zapatos tan finos …hubiese sido un derroche imperdonable. Aunque si se quedan ahí se acabaran por estropear y pasar de moda. ¿No hubiese querido tu hermana que las usaras?

Seher se quedó boquiabierta pero sintió una especie de cosquilleo en la cara, como un beso del más allá que la lleno de calidez.

- Pienso que sí,  le encantaría, se pasaba la vida haciéndome probar su ropa.

¿Nesliham podrías prepararlo todo? Yo tengo que ocuparme de Yusuf.

- ¡Claro  que sí!. Confía en mi todo estará perfecto, dijo Neslihan entusiasmada con  su nueva labor.

Yaman se despertó tarde, no había tenido una buena noche, las pesadillas habían vuelto. Pero ahora eran más vividas y si cabe  más crueles. En ellas se repetía el momento en que su madre se marchó abandonando a tres niños y su marido enfermo a su suerte, esas eran la habituales. Pero ahora después de que su madre se marchaba, se veía a si mismo en el mismo lugar en que cayó de pequeño, pero ya adulto. Completamente sólo  y desesperado, de repente sentía una mano que tomaba la suya, otra  mano acariciaba su rostro y una voz…la voz de Seher que le cantaba una dulce nana. La canción hablaba de las estrellas y la tierra , y de como se unirían para no volver a estar solos; pero cuando él intentaba tomar esa mano y decir en voz alta, sí,  no la encontraba y al querer llamarla para que volviera, se daba cuenta de que no tenía voz y ahí se despertó. 

No encontrar a su mujer en la habitación no le sorprendió por lo tarde que era, y casi lo alivió un poco. Estaba muy cerca de su limite, muy cerca …y cada vez que se enfrentaba a ella, oscilaba entre gritarle a pleno pulmón todas sus mentiras para luego echarla de su vida o besarla con desesperación, hasta borrar cualquier recuerdo que ella tuviese de su amante y sólo quedar él.


Capítulo 3 Todo bajo control…

Yaman llegó a la mesa del desayuno y sus ojos se abrieron con apreciación. Sí, Adalet era una gran cocinera, jamás había tenido quejas, pero hoy el desayuno era espectacular. Sobre la mesa estaba toda la comida que él adoraba y algunos platillos más nuevos. Pensaba disfrutarlo en la medida de lo posible, teniendo en cuenta quien se sentaría en breve a su izquierda.

 Ayer él se encargo de marcarle su lugar y ella pareció entenderlo. Así sería su vida a partir de ahora, ella era su esposa de cara a la galería, lo había conseguido, pero no lo conseguiría todo. Este sería su futuro hasta el fin de sus días, sería la Sra. Kirimli, ninguno más de sus planes se cumpliría. Mas le valía olvidarse de su amante, ella estaría tan atrapada como él. Por Yusuf harían lo que tocaba, y ella cumpliría su parte porque a pesar de haber utilizado al niño para acercarse a él, sabía que lo amaba y que por él se doblegaría.

Llegó el resto de la familia y se fueron sentando a la mesa, Yaman comprobó que no era el único sorprendido por semejante despliegue culinario y se hizo nota mental  de felicitar a Adalet más tarde.

Solo faltaban Yusuf y su esposa, a los pocos minutos llegaron y dando los buenos días ocuparon sus lugares. La miró y ella forzó una sonrisa convincente ,para todos, pero no para él. Bien  todo estaba como debía ser.

Empezaron a desayunar, el ambiente en el comedor cambió a medida que comían, se volvió más sereno y cálido,  se intercambiaban comentarios de lo delicioso de la comida, de los planes para el día, incluso Ziya habló más de lo habitual entusiasmado con el nuevo parterre de flores que pensaba sembrar hoy. Yaman escuchaba atentamente  a su hermano y rió abiertamente cuando Yusuf declaró contundentemente que él dirigiría los trabajos de jardinería de su tío, Yusuf era un pequeño líder, un Kirimli de los pies a la cabeza. Definitivamente la empresa sería para él en el futuro, él se encargaría de enseñarlo bien, es y siempre sería su mayor orgullo, su legado.

Seguían todos conversando cuando Yusuf completamente lleno declaro; - Creo que he crecido durante el desayuno…los pantalones me aprietan en la tripa. Todos comenzaron a reír y de entre las risas una capto su atención…la de ella…Se volvió a mirarla y la contemplo reír a carcajadas, esto era nuevo, jamás la había visto reír así. Su risa era algo gutural, como si intentara en la medida de lo posible contenerla sin conseguirlo. Sus ojos almendrados brillaban de alegría y sólo por un instante estuvo celoso de Yusuf . Él deseo que esa sonrisa fuese suya, haberla provocado él, sentir esos labios sonreír contra los suyos a la vez que deslizaba los dedos entre su pelo…

En ese momento Adalet entro al comedor con una bandeja nueva que colocó frente a Yaman, lo que lo hizo salir de su ensoñación. Era un postre nuevo y sólo el aroma conseguía que la boca se le hiciese agua.

- ¿Qué es esto Adalet? -Preguntó Yaman.

- Baklava de pistacho señor.

Tomo una porción  y cerró los ojos de puro placer. El dulce se disolvió en su boca y una sensación de felicidad y sosiego bajó hasta su pecho…era como …llegar a un lugar seguro y feliz, lo que  sería un hogar pensó. 

Cuando abrió los ojos miró  Adalet y le dijo.

- Adalet, permítame felicitarla por el desayuno de hoy, su desempeño es siempre más que satisfactorio pero el desayuno de hoy ha sido excepcional. 

Adalet se sonrojó por el cumplido de su señor, pero empezó a agitar la cabeza y dijo;

- Señor Yaman oh,muchas gracias por sus palabras pero el desayuno de hoy no es obra mía. Es cosa de su esposa, hoy cocinó la Sra. Seher.

Yaman se quedó petrificado, se volvió hacia su esposa, que en ese momento se retorcía las manos nerviosa si  levantar la mirada. Como no, tenía que ser ella, estaba en su habitación, en sus sueños… y ahora también en su estómago, en su paladar y no solo ahí estaba extendiéndose por todo su organismo provocándole una sensación de bienestar que jamás había experimentado antes. Ella era una droga, su droga, la que lo acabaría por destruir …tenía que salir de allí. Todo estaba bajo control, se  marcharía a la oficina, el trabajo siempre fue su salvación y lo sería ahora también. Se levantó de la mesa de golpe y dirigiéndose a su esposa, le dijo algo más brusco de lo que pretendía.

- Hoy estaré todo el día en la oficina, no me esperes a  cenar, tengo mucho trabajo atrasado…querida.

Se levantó de la mesa y caminó hacia el salón, Seher lo siguió y lo tomó del brazo para pararlo. Como todavía estaban a la vista de toda la familia Seher  le habló con dulzura pero en un tono lo bastante bajo para que en la mesa no escucharan lo que se decían.

- Tenemos que hablar de lo que pasó ayer.

- ¿Que quieres hablar exactamente? 

- No puedes volver a encerrarme como hiciste, Yusuf puede necesitar necesitarme y yo no podría acudir a él. 

- No me fio de ti …

- No entiendo porque, te he dado mi palabra de que cumpliré lo que hemos acordado. En privado no te molestaré y actuare como la perfecta esposa en público, todo por la felicidad de Yusuf ….¿Porqué no confías en mi? No he hecho nada para ello, al menos no conscientemente…

Yaman miró a Seher intensamente como si fuese a gritarle de un momento a otro, Seher consciente de que durante su breve intercambio, toda la familia los estaba observando decidió actuar, y le dijo en un tono más elevado y algo almibarado, para que todos escucharan,

- Esta bien cariño, pero no llegues demasiado tarde por favor.

Tras decir esto tiró del brazo de Yaman hacía abajo, él de forma instintiva se agachó  y Seher lo besó, un beso rápido el típico que una matrimonio se da para despedirse.

Lo que no fue nada típica fue la reacción de Yaman, en cuanto sus labios se tocaron, su mano automáticamente como impulsada por un resorte, la tomó por la cintura y la pegó a su pecho. Apoyó su frente en la de ella y susurró.

- Hablaremos esta noche...esposa .

Y le robó un beso… corto también, pero tan intenso que dejó a Seher completamente sonrojada y sin poder  moverse por un par de minutos del sitio donde estaba, mientras él salía de la casa. Seher sólo pudo pensar…* ¿Pero que ha pasado aquí?*


Capítulo 4 Sin  palabras

Eran ya más de las diez de la noche cuando Seher salió de la habitación de Yusuf.  Después de leerle un poco al niño se había quedado allí tumbada junto a él, acariciando sus hermosos rizos negros, lo amaba tanto…era su ancla a la vida, el pequeño capitán Yusuf. Pero ya era lo bastante tarde, todos en la casa se habían retirado ya a sus respectivas habitaciones. De momento estaba tranquila, él no había vuelto a casa, quizás no lo hiciera …no sería la primera vez que pasaba la noche fuera de casa y deseaba que hoy fuese uno de esos días. 

Preferiría no pesar mucho en su despedida de esa mañana…cuando se percató de que Yaman estaba apunto de perder los nervios actuó…su intención era un beso en la mejilla, pero al final terminó en sus labios. Si era honesta consigo misma había pensado muchas veces en como sería su primer beso…y con quién  siendo más honesta aun había fantaseado con él, con su boca con su barba…Un día Yusuf después de besar a su tío se reía mientras se retorcía  diciendo que su tío le hacia cosquillas, pero lo que ella sintió cuando él la llevo hacía su cuerpo y unió sus labios no tenía que ver nada con las cosquillas…Nada de lo que había experimentado en su vida la había preparado para esa sensación…el calor explotó , la recorrió de arriba a bajo y la dejó temblorosa y…lo más inquietante necesitada de algo más…algo que no podía definir se  escapaba a su conocimiento, pero si sabía de forma innata, que ese algo más podría destruirla o llevarla al infinito. 

Con estos pensamientos en mente se preparó para ducharse, estaba agotada , mental y físicamente. Hoy había pasado el día con Neslihan en el trastero revisando las pertenencias de su hermana y también revisando su actual armario. El resultado era que Neslihan había tomado todas las prendas y se lo había llevado todo al cuarto de la lavandería, le aseguró que todo estaría al día siguiente en su lugar. Tendría los conjuntos formados para más facilidad, pero necesitaba tiempo para lavar y seleccionar las prendas y no quería hacerlo en la habitación, para no molestar al señor.

Seher se deshizo de su ropa sucia y entro en la ducha deseosa de quitarse de encima el polvo del trastero y de paso algo de tensión. Cuando salió de la ducha se seco y el ritual de después del baño la hizo sentir más ella misma. Se arregló el pelo aunque quedó algo húmedo lo que hizo que sus rizos naturales quedarán más marcados y se aplicó crema hidratante de vainilla por todo el cuerpo. Cuando fue a coger su pijama se dio cuenta de que perdida en sus pensamientos no lo había preparado, tomó el pomo de la puerta para salir del baño hacía la habitación y escuchó ruido fuera, él había vuelto. Por un momento entró en pánico y miró su reflejo en el espejo envuelta en una diminuta toalla. Ni hablar, no saldría así de allí, entonces fue cuando miró a su alrededor y allí colgada de un gancho estaba una de las camisas negras de Yaman. Se acercó a ella, la tomó y se la acercó para aspirar su aroma. La recorrió un escalofrío, porque olía a él, a colonia de hombre cara, café y un olor que ella sólo pudo identificar como …  Yaman, su esencia natural. Bien no tenía alternativa, su ropa estaba inservible en el suelo y su camisa la cubriría bastante mejor que esa ridícula toalla. Con suerte él estaría en el despacho y a ella le daría tiempo de coger su ropa interior y un pijama antes de que él entrase en la habitación.

Yaman acababa de quitarse la chaqueta y la corbata en su despacho, cuando llegó escuchó el agua correr. Ella estaba tomando una ducha…apoyó sus codos en la mesa y se sujetó la cabeza. Hoy  había sido un día horrible en la oficina, si bien era cierto que se fue de la casa porque necesitaba espacio, también era cierto que se le había acumulado una montaña de trabajo capaz de hundir a cualquiera. En fin, si lo pensaba bien eso fue de agradecer ya que no había tenido tiempo de pensar en ella, estaba agotado, mental y físicamente. Maldito eso que llamaban amor…porque a él lo había destrozado, lo había evitado toda la vida sin dificultad hasta… ella. Y ahora aquí estaba, enamorado hasta la médula de una mujer que amaba a otro. 

Se dio cuenta de que en algún momento ya no se oía la ducha, y escuchó la  puerta del baño de abrirse. Bien había llegado el momento de hablar con su mujer, y explicarle las consecuencias de sus actos. Si pensaba en desestabilizarlo con juegos de besos y seducción se temía que las cosas se iban a salir de su eje y ella tendría en sus manos más de lo que podría manejar. Entró al dormitorio y allí estaba ella de espaldas a él mirando hacia el armario, abriendo los cajones en busca de algo que parecía no poder encontrar. Él debió de hacer algún ruido y ella se volvió hacia él. 

El tío de Yusuf se esforzó por respirar y tragar saliva, *¿Pero que demonios llevaba ella puesto?*,Yaman pensó que Dios lo odiaba y esto era la prueba irrefutable de ello. Su mujer estaba frente a él ,bastante sonrojada por cierto y sin poder mirarlo a la cara, sólo llevaba puesta su camisa negra que le llegaba hasta la mitad de unas preciosas piernas torneadas que contemplaba por primera vez, llevaba las mangas varias veces remangadas para poder usar las manos y el cuello de su camisa, demasiado grande para ella y no abotonado del todo caía hacia un lado, dejando un níveo hombro al descubierto que revelaba que al menos debajo de su camisa no llevaba sujetador.


Comentarios

  1. Súper 🎉🎉🎉esperando con ansias la continuación.

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  2. Súper 🎉🎉🎉esperando con ansias la continuación.

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  3. Bienvenida al mundo bloguero y al mundo fanfic! Isa CF
    Sigue escribiendo...

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    1. Siempre abla ya no podría parar...como tu dices las historias quieren salir de la cabeza..🤣🤣😘

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  4. 👏👏👏👏👏👏👏👏👏, precioso si al final de aquí salís escribiendo libros.....

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    1. Escribir me hace feliz, que me leen es un subidon, pensar en ganarse la vida con ello un sueño...gracias😘

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  5. Me encanta, gracias por compartirlo!! !

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  6. Me gustaaa, sigue escribiendo compañera emanet

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    1. Siempre !!!mientras me siga moviendo hormiguitas en el estómago 🤩😘

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  7. Quería ser una de las primeras en comentar y me han ganado
    Ansiosa por las contribución

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    1. Muchas gracias guapisima continuar seguro...a estos dos hay que arreglarlos a la fuerza 🥰😘

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  8. Felicidades lo haces muy bien me encanta este relato, espero wue continúe quiero saber como termina esta historia.

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    1. Continuaré hasta donde me lleve...espero ser mas buena que Naz y no dar tanto sufrimiento😉😘

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    2. Me ha encantado, seguiré leyéndote, ánimo y besitos

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  9. Para publicar!!! Yo me gasto mis euros en tus libros....

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  10. pobre yaman es mas de lo que merece jajaja
    excelente relato me encanta

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    1. 🤣🤣🤣 a ratitos lo queremos y a ratitos lo queremos chocar...😅😘

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  11. Como dijo aquel gran filósofo, en dos palabras: Im precionante!!
    Voy a por más.

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