ALI Y KIRAZ (Capítulo 3)

 

Capítulo 3

Kiraz estaba tumbada en su cama con la mirada perdida en el techo…había sido un día de muchas emociones y estaba exhausta. No por el viaje, el primer día de trabajo o el reencuentro con todos sus amigos…no…estaba agotada por  el esfuerzo de no mirar a Ali sabiendo que él la miraba….

Los ojos de Ali estuvieron clavados en ella todo el día y sintió en sus carnes como debían sentirse los sospechosos que él interrogaba. Era obvio que él no se enteraba…ella ya no era su legado, ni su responsabilidad ella quería que viera la mujer que era no alguien indefenso. Se sentía en la zona amiga- hermana…no podía estar en una situación peor con un hombre del que una estaba enamorada. Y su nula experiencia con los hombres no ayudaba…

Se escucho un toc-toc en su puerta y Kara asomo la cabeza…

- Kiraz si no estas  muy cansada …podríamos salir a tomar algo…¿ Te apetece?

- ¿Dónde?

- Hay una local al que suelo ir a veces, los policías se suele reunir en él.

- ¿ Como los bares de policía de las películas?  Dijo Kiraz bromeando.

- Exactamente amiga…vamos te gustara.

Las dos amigas se arreglaron y salieron de casa dispuestas a pasar un buen rato. El bar estaba un poco lejos de la casa pero hacia una noche fantástica y decidieron caminar. Kara aprovecho para poner un poco al día a Kiraz de las vida de sus amigos, aunque ella estaba enterada de todo. Su rutina cuando estaba en la academia no variaba…entrenar , estudiar y dormir…solo que antes de dormir ella siempre hablaba con él…Ali la llamaba todos los días, ya tarde en la noche. Ella esperaba con ansia esa llamada, él casi nunca hablaba de si mismo siempre de todo el mundo menos de él. Enfrento cada día el temor de que su comisario un día dijese que había conocido a alguien…pero escuchar sonar el teléfono cada día sin falta le dio esperanza.

El bar de policías resulto ser más  un restaurante que un bar aunque contaba con una zona de baile y una terraza exterior ajardinada muy  agradable. La música de fondo era preciosa bastante relajante. Los distintos grupos de clientes se diseminaban por el local en  mesas, reservados y algunos de pie en mesas altas. 

Nada más llegar Kara miró a su alrededor y enseguida localizo a quienes buscaba, se volvió hacia Kiraz y le dijo,

- Vamos allí están los nuestros.

Juntas se acercaron al grupo que tomaba unas copas y conversaba, en él se encontraban Ibo y Firat y varias personas más que Kiraz no conocía bien pero sabia que trabajaban en la comisaría. Se saludaron y siguieron charlando.

 Kiraz miró a su alrededor y no se sorprendió mucho al ver que Ali no estaba allí, al comisario no le gustaba mucho salir, la verdad. Él preferiría recibir amigos en casa, organizar barbacoas en el pequeño jardín o ver películas tranquilamente en la televisión. Entonces Kiraz no pudo evitar sentir un nudo en el pecho. Eran las mismas cosas que le gustaban a ella. ¿Por qué no podía él ver lo perfectos que eran el uno para el otro?. Sin obligaciones sin imposiciones solo por el mero placer de disfrutar juntos….

Al otro lado del grupo Firat observaba a Kiraz disimuladamente, él  desde siempre había visto claramente el amor entre el comisario y la dulce Kiraz. Y la verdad no los entendía para nada, obviamente, era mutuo. Mirando ahora a la pobre chica con la decepción y también la resignación  escrita en el rostro decidió hacer algo que nunca había hecho...jugar a la celestina…total peor no los iba dejar pensó. No intervendría demasiado, solo un pequeño empujoncito.

Recordó la noche de hacia dos años atrás, jamás la olvidaría. Recibió una llamada del mismo  bar en el que estaban ahora pidiéndole que por favor se acercara ya que el comisario Ali necesitaba ayuda. Cuando llegó, Firat se encontró por primera y única  vez en su vida a Ali borracho como una cuba, casi no se tenia en pie. Alzó la cabeza y lo miro desde dos ojos negros desgarrados y le dijo ; - Se fue….Firat no tuvo que preguntarle nada, sabia perfectamente a quien se refería. Ayudo al comisario a llegar a su casa y lo acostó. Nunca hablaron de esa noche. Se sintió terriblemente mal por no haber podido ayudar a su amigo, en aquel entonces no tuvo opción,  pero ya era hora de entrar en acción.

Se aparto del grupo y cogiendo el móvil llamó a Ali.

- Comisario buenas noches, ¿espero no molestarte?

- Hola Firat, no me molestas para nada. *Solo estoy aquí, sólo, en casa a punto de volverme loco sin saber que hacer. Tu llamada me viene de lujo* pensó lúgubremente Ali.

- Bien comisario, estoy con los chicos de la comisaría en nuestro bar y me preguntaba si le apetecería venir y tomarse algo con nosotros…¿Qué me dice? 

- La verdad Firat es que estoy un poco…;no pudo seguir porque Firat lo interrumpió de su patética excusa con solo tres palabras.

- Kiraz esta aquí.

Se hizo un silencio tan largo que Firat finalmente dijo,

- ¿Hola? ¿Ali sigues ahí?

Ali recupero el habla después de unos segundos, bastante largos, para solo contestar.

- Voy.

Firat se sintió bastante satisfecho con su actuación, esperaba que lo hiciesen testigo de su boda pensó con una sonrisa. Pero dicha sonrisa se congelo en sus labios porque cuando se volvió a mirar a Kiraz la encontró rodeada por tres hombres . Los reconocía, eran inspectores de otra comisaría relativamente cercana y a juzgar por sus cara estaban más que interesados en Kiraz. Firat de repente cayó en la cuenta, de que Kiraz era una mujer muy hermosa, eso era de hecho lo primero que saltaba a la vista y te impactaba cuando la veías por primera vez. Él después de conocerla ya la veía como una especie de hermana pequeña y era inmune a sus encantos. Pero al verla rodeada de admiradores  reconoció  que el interés de esos tipo era lógico.

 Kiraz llevaba un vestido corto de color negro, que se ajustaba bien a su cuerpo, unas botas altas de tacón también negras y una cazadora de cuero de color beige. El cabello también le había crecido en estos dos años y su melena castaña le llegaba hasta la cintura. Todo esto unido a un rostro hermoso con grandes ojos verdes y labios llenos y rojos hacían de Kiraz una autentica belleza. * Pobre comisario*, pensó Firat, va a tener que apartar a los pretendientes a manotazos…

Kiraz comenzaba a estar un tanto molesta. Los tres inspectores de la comisaria Central que se habían acercado a saludarlos la estaban incomodando. Al principio fueron muy amables pero poco a poco parecían haber establecido una especie de competición en la que ella era el premio. Era de locos, como si realmente creyeran que al final de la noche ella elegiría a uno de ellos para llevárselo a casa. Ahora la situación pasaba por salir de allí airosa sin crear una situación tensa que estableciera malas relaciones con sus colegas de otra comisaria. El problema era que no se le ocurría como.

*¿¡En serio!? Fue lo primero que Ali pensó al entrar al bar. El bar estaba bastante ambientado, lo que había planeado para sincerarse con Kiraz no funcionaria aquí. Normalmente era un sitio tranquilo, pensaba sacarla a una de las mesas del jardín y decirle…bueno…no sabia muy bien que iba a decirle pero improvisaría y finalmente ella sabría lo que él sentía. Ya habían esperado bastante, por el amor de Dios. Esa noche se jugaría el todo por el todo y mañana comenzarían su nueva vida juntos. Pero primero tenia que encontrarla, sacarla de allí, llevarla a algún lugar donde pudiesen hablar razonablemente y todo iría bien.

Ali estaba ya satisfecho con su plan de acción cuando la vio…y toda su estrategia voló. Ella estaba preciosa, esa ropa, la melena hasta la cintura, sus labios…una lengua de fuego parecía haber abrasado todo su cuerpo quemándolo desde dentro. Y de lo siguiente que se percato fue de los tres detectives que la rodeaban, demasiado cerca de ella para su gusto. La repentina ola de celos y posesividad que lo barrió lo sorprendió incluso a él. Jamás en toda su vida había sentido algo así. Como un animal desbocado quiso correr hacia allí y destrozar a sus rivales, pero entonces, percibió los gestos de incomodidad de ella en la distancia. Ella trataba de retirarse de forma cortes pero los tipos eran muy insistentes. El hecho de que ella se alejara de esos hombres con rechazo lo ayudo a volver a pensar con algo más de claridad. Ali respiró hondo y se acercó. 

Kiraz estaba a punto de perder la formas y mandar a la porra a esos tres pesados y al diablo con la diplomacia…Cuando unos fuerte brazos la rodearon por la cintura desde atrás, enseguida se tenso y se dispuso a liberarse, pero le llego su olor…Ali. *Pero...¿como ha sabido que estaba aquí?* pensó. Casi en el acto se relajo, en esos brazos se sabia segura. Pero la relajación no duro mucho, ya que Ali, la apretó contra su pecho y bajo la cabeza hasta su cuello donde dejo un beso…después la miro directamente a sus asombrados ojos y dijo lo bastante alto para que los tres inspectores lo oyeran con claridad. 

- Hola cariño, lamento llegar tarde. 

Tras esto Ali levanto su mano a modo de saludo a los tres confusos hombres que presenciaban la escena y sujetándola aun por la cintura con el otro brazo les dijo;

- Buenas noches compañeros, veo que han conocido a Kiraz…mi prometida.

Tras semejante declaración los tres hombres se apresuraron a felicitar a Ali y Kiraz por su compromiso y se escabulleron rápidamente dejándolos solos.

Kiraz  miro a Ali sin saber que pensar o decir pero con mil preguntas en los ojos. El comisario pareció entenderla, así que tomo su mano y tiro de ella para salir del bar. Nada iba según lo planeado pero no pensaba dar un  paso atrás. 

Ya en la calle Ali mantuvo su mano cogida y tiro de ella en busca de su coche. Necesitaban salir de allí. El fresco de la noche pareció sacar a Kiraz del trance en el que había entrado y comenzó a tirar de la mano de Ali en un intento imposible de que dejara de andar y de arrastrarla tras él. Obviamente no lo consiguió y Ali no paró hasta que estuvieron junto a su coche. Quedaron uno frente al otro mirándose a los ojos, entonces Kiraz mas nerviosa de lo que había estado en su vida busco en su confusa mente las palabras necesarias para expresar su sorpresa por todo lo que había pasado allí dentro  y comunicarse con Ali, qué en ese preciso instante la miraba con una expresión que no reconocía en él y le pregunto;

- ¡¿Se puede saber porque has dicho que soy tu prometida?! 

Ali se acerco a ella con un ímpetu que la hizo retroceder hasta quedar contra el lateral del coche. Allí y sin escapatoria posible  Ali tomo su cara en las manos para evitar que los ojos de ella abandonaran los suyos y le dijo;

- Porque lo serás…

Y la besó…no fue un primer beso suave, Ali la devoro en un hambriento beso en el que plasmo toda la desesperación y frustración sexual acumulada por mas de dos años. Él ya no ocultaría nada, ese no era un beso de hermano…era un beso de conquistador, que no daba lugar a equivocaciones la deseaba como un hombre desea a su mujer. Sin mas filtros, con toda la crudeza de su excitación, cuya dureza  Kiraz también pudo notar contra su cuerpo. 

Cuando Ali termino de besarla Kiraz aun no había podido reaccionar, ella se limito a disfrutar de su beso. Él  la miro  luchando por recobrar algo de su control, pero lo que vio en su ojos no ayudo mucho…precisamente ya que sus ojos pedían más besos. Eso lo hizo darse cuenta de en que lugar se encontraban, en  medio de la calle. Ali soltó su cara despacio y le susurró,

- Sube al coche Kiraz nos vamos a casa.