NO HAY FLOR SIN ESPINAS (Capítulo 16)

Capítulo 16

Historia…

Seher entró corriendo al baño , había conseguido aguantar la risa hasta llegar allí. Cogió una toalla y la utilizó para contener el ruido de las carcajadas.

Cuando parecía que por fin controlaba el ataque de risa, volvía a ver la cara de pánico de Yaman y vuelta a empezar…

Yusuf se había puesto muy contento con la feliz noticia, fue corriendo a su habitación y trajo la caja que tenía preparada con sus juguetes de bebé para su hermano o hermana. Ella le había explicado pacientemente que cuando el bebé llegara sería muy pequeño y un poco aburrido. Yusuf entonces dijo que estaba dispuesto a ayudar con los cuidados del bebé siempre y cuando no fuese a cambiar pañales. En un momento dado Yusuf se la quedó mirando muy serio y le dijo;

- ¿Tía ahora el bebé dónde está?

- Cariño esta aquí dentro -le contestó señalándose el abdomen aún plano.

- Pues ahora no se nota nada que haya un bebé ahí dentro…¿estas segura de que está ahí?

- Sí cariño, todavía es muy chiquitín pero según vaya creciendo dentro de mi barriguita lo verás. Me pondré  muy gorda me temo…

- Pero…tía ¿cómo ha llegado el bebé ahí dentro?

Seher no se esperaba la pregunta y una gran cantidad de imágenes muy privadas desfiló por su mente. Se puso terriblemente colorada y miró a su marido que la miraba con una expresión parecida a  la que ella misma lucia en ese momento. Se hizo un silencio incomodo hasta que Yusuf miró a su tío e insistió,

- ¿Tú lo sabes tío?

Seher aprovechó el momento, se levantó y dijo,

- Muy bien cariño, tu tío te lo explicará yo…necesito entrar al baño.

Se levantó y salió a la carrera pero no sin ver la cara de pánico de Yaman que la miraba sin parpadear y no había sido capaz de articular palabra.

Al cabo de un rato alguien llamó a la puerta del baño,

- Ya puedes salir…

Seher tiró de la cisterna para disimular y salió del baño. Yaman la miraba muy serio apoyado sobre un hombro contra la pared y los brazos cruzados en el pecho.

- ¿ Qué le has dicho?- preguntó Seher algo avergonzada por su cobardía …

Yaman se acercó a ella y la tomó por la cintura. La pegó a su cuerpo y dijo en su oreja,

- Le he dicho que le pregunte al hermano Cenger…

Luego la miró a los ojos, los de él  destilaban diversión y ambos se deshicieron en risas, para acabar besándose con ganas. Yaman puso fin al beso y le dijo mimoso,

- Vamos a bajar a comer …tengo que alimentaros.

El resto de los habitantes de la mansión recibió con inmensa alegría la noticia del embarazo.  Aunque Seher notó que Ikbal hizo un gesto extraño que inmediatamente ocultó con una felicitación. Se dio cuenta entonces de lo poco que sabía sobre su cuñada…no sabía como fue su historia de amor con Ziya o su llegada a la familia Kirimli, así que pensó en preguntarle a su esposo más tarde.

Después de la cena ya en su habitación, Yaman la sostenía entre sus brazos. Él  iba alternando besos con caricias mientras escuchaban música clásica, en ese momento sonaba Claro de luna,

- Hoy Ikbal estaba un poco rara…verdad…

- No me he dado cuenta …

- El hermano Ziya y ella no tienen hijos…¿puede ser por eso?

- Pudiera ser…sé  que hubo un tiempo en que lo intentaron pero no pudo ser…nunca he hablado de ello con mi hermano.

- ¿Cómo se conocieron el hermano Ziya e Ikbal? Siento curiosidad…

Yaman la besó en la frente y comenzó a hablar, Seher se acurrucó en sus brazos dispuesta a disfrutar de la hermosa voz de su esposo. Hoy ella sería a quien le contaran una historia antes de dormir.

- Cómo ya sabes no siempre hemos sido una familia sin problemas económicos, los comienzos fueron duros. En aquel entonces mis hermanos y yo vivíamos en un barrio bastante más modesto que ahora. Yalcin y yo nos pasábamos el día en nuestra pequeña oficina del puerto intentando conseguir tanto proveedores como clientes para afianzar nuestro negocio de comercio marítimo. Habíamos probado en varias ocasiones a tener a Ziya allí con nosotros pero el trasiego de gente extraña y la tensión de las negociaciones no le hacían bien. Empezó a tener más brotes y pensamos que era mejor que estuviese en casa. No queríamos que estuviese tantas horas solo y decidimos que sería interesante contratar a alguien que llevara la casa y al mismo tiempo cuidara de nuestro hermano.

 Supimos entonces de una familia de nuestro barrio que acababa de perder al cabeza de familia, con lo que dos chicas se quedaban sin forma de mantenerse. El padrastro de las chicas no era buena persona…descubrimos que era un bebedor agresivo que las maltrataba terriblemente y con su muerte, si bien se libraban de él, también se quedaban en la indigencia. 

Yalcin fue a hablar con la hermana mayor Ikbal, y le ofreció ser nuestra ama de llaves. Ambas hermanas se mudaron a nuestra casa y al cabo de un par de años Ziya e Ikbal nos anunciaron que se querían casar. No nos pareció mal, Ikbal había cuidado bien de Ziya y de la casa dándonos la tranquilidad necesaria para desarrollar nuestra empresa. Ella pasó a convertirse en la señora de la casa, fue  quien eligió esta mansión cuando nos mudamos . Poco después fue cuando Yalcin se casó con tu hermana y también se instalaron en la mansión. 

Seher se quedó un rato en silencio, asimilando lo que le había contado su esposo. Realmente entendía porque Ikbal era tan protectora con su familia y todo que había hecho por ésta. Sintió también pena por las hermanas,  por la situación vivida en el hogar familiar, ahora comprendió lo que quiso decir su cuñada aquella vez que la atacó Zuhal. Le dijo que habían pasado por lo peor de lo peor…y ella lo comprendió… porque ¿que hay peor que ser maltratado por la persona que más debería protegerte?.

- Parecéis duros…pero resulta que los Kirimli tienen alma de filántropos…- le dijo Seher a su esposo, en tono de broma pero pensándolo totalmente en serio.

Yaman la apretó contra si y le dijo,

- Yo no diría tanto…y ahora a dormir debes estar agotada.

Mientras esta conversación tenía lugar, en otra habitación de casa Ikbal contemplaba la foto de su hermana con lágrimas en los ojos,

- Esto no quedará así hermanita, conseguiré sacarte de la cárcel. De algún modo encontraré una solución. Y en cuanto a esta sucia campesina …yo me encargaré de ella. No habrá mas bastardos en esta casa que se queden con lo que es nuestro...

Los hermanos Kirimli sólo sabían de la vida de ellas lo que sabía todo el mundo…que su padrastro era un maltratador y un bebedor. Pero la verdad era mucho, mucho mas terrorífica. Ese maldito desgraciado les había arruinado la vida, su madre había sido una estúpida y había creído en las dulces  palabras de aquel malnacido. A los pocos meses de haberse casado  con él empezó a abusar se ella, cuando se lo contó a su madre no quiso creerla. Después su madre enfermó y murió… ella ni siquiera lo sintió, no había sabido protegerla y aún seguía enfadada con ella. Pero cuando murió los ojos de su padrastro se volvieron hacía Zuhal, ya se había cansado de ella y ahora iba a por la pequeña. Gracias a Dios aquello no duró mucho…porque una noche su padrastro llegó bastante borracho a casa y cuando estaba en la escalera quitándose el cinturón para darle una nueva paliza ella lo empujó. Luego contemplando su cuerpo con el cuello roto al pie de la escalera no sintió nada…además de un inmenso alivio.

Ese ser inmundo le había robado su vida, fruto de sus abusos la había dejado embarazada y obligado a abortar con una carnicera que la había dejado estéril y al borde de la muerte cuando sólo tenia diecisiete años…Cuando hoy Seher había anunciado que estaba embarazada la bilis subió a su garganta…otra vez se repetía la historia. Antes fue su hermana con su amado Yalcin y ahora Seher le arrebataba la felicidad a su hermana con Yaman….

Pero no, no lo consentiría…encontraría una solución…ella pondría de nuevo todo en su lugar.