NO HAY FLOR SIN ESPINAS (Capítulo 17)

Capítulo 17

Prométeme …

Amanecía un nuevo día, los ojos de Yaman no podían abandonar el rostro de su mujer. Sus largas pestañas, las sonrojadas mejillas y unos exuberantes labios que aun dormidos lo llamaban por besos. Todos los besos del mundo nunca serían  suficientes para él. Era demencial pero nunca tenía bastante de ella…a estas alturas estaba más que seguro de que todo y más no lo sería.

 La belleza de su esposa se había multiplicado en estos últimos meses. Su cuerpo ya lo volvía loco pero el embarazo había hecho que toda su femineidad se disparara. Las nuevas redondeces clamaban por ser acariciadas y él no conseguía quitarle las manos de encima. Seher normalmente pudorosa estaba totalmente desconocida…su lívido estaba a mil. Él era un hombre con suerte…aunque  los primeros meses estaba bastante preocupado. No se podía decir que fuese un amante delicado y se esforzaba mucho en serlo. Él era enorme comparado con su pequeña esposa y la idea de lastimarla lo enfermaba. El médico les había dicho que una vez superado el primer trimestre del embarazo no había riesgos que ella estaba perfecta y el bebé también. Cuando el doctor confirmó que no había problemas para mantener una vida sexual normal , su esposa le dirigió una mirada sardónica...ella ya se lo había repetido cien veces. Ahora estaba de cinco meses y todas las noches…bueno…todas las noches ella literalmente saltaba sobre él y él sólo podía decir, ¡benditas hormonas!

Volvió a excitarse, *¡Santo Dios!* pensó,* esto no es normal*, cuanto más tenía más quería. Sin poder evitarlo se sentó  en el borde de la cama, Seher era su planeta y él su satélite…

Ya estaba totalmente vestido y con un pequeño bolso hecho para pasar la noche en Ankara. Nedim lo recogería en un rato para irse juntos, no podían aplazar más esta reunión, pero hoy Seher tenía cita en el médico y él no estaría presente…había estado con ella en todas las revisiones y la de hoy era importante…

- Vete tranquilo a tu reunión, enseguida estarás de vuelta en casa…no te has separado de mí desde que supimos del embarazo y tienes el negocio desatendido.

Su esposa se había despertado y lo miraba con una sonrisa somnolienta, cómo de costumbre le leía los pensamientos con una facilidad que cada día se hacía más fuerte.

- Quizás Nedim pueda gestionarlo todo…así  yo…

Seher tiró de él  y lo besó concienzudamente, luego se apartó  y mientras jugueteaba con su corbata le dijo,

- Cariño ve a trabajar…te prometo que te llamaré en cuanto salga de la consulta y te contaré todo lo que me digan…¿ de acuerdo?.

- Más te vale…

Yaman la volvió  a besar y se levantó de la cama decidido, o se marchaba ya o nunca lo haría. Cuando salía por la puerta de casa ya la echaba tanto de menos que dolía…

Seher se estiró  en la cama y luego se llevó las manos al vientre, lo comenzó a acariciar y le habló al bebé,

- Buenos días bichito, hoy papi no está pero tú y yo tenemos una cita. Espero que hoy te dejes ver…

El día era bastante caluroso, estaba siendo un verano abrasador. Seher llevaba un vestido de tirantes amarillo con  mucho vuelo que disimulaba su embarazo. Acababa de salir de la consulta del ginecólogo y no podía dejar de sonreír. El doctor había hecho una ecografía en profundidad ya que en este punto del embarazo los órganos más importantes del bebé estaban formados y era el momento de comprobar que no había problemas. Ella había permanecido en silencio toda la consulta para no desconcentrar al médico que cuando terminó la miró y le dijo,

- Ya puedes respirar, todo va como debe ser.

*Gracias  Dios* pensó Seher porque ya no podía imaginar una vida sin su bichito…lo amaba más que a su propia vida sin siquiera conocerlo. El doctor la miró y le dijo,

- Bueno ahora ya podemos pasar a ver a este pequeño. Ayer precisamente me trajeron el ecógrafo 5G . ¿ Preparada para ver la carita de este bebé?

- Sí doctor, desde que supe que estaba en camino.

En anteriores ecografías había sido imposible ni verle la cara ni saber el sexo. Se daba obstinadamente la vuelta y se ponía las manitas en la cara. Pero hoy se había portado muy bien…y Seher ya había memorizado cada uno de los rasgos de su bichito. Estaba deseando que fuese mañana y enseñarle a su esposo las imágenes. Quería ver su cara cuando le diese la noticia del sexo de, bebé.

En ese momento alguien la agarró fuertemente por los hombros y tiró de ella con fuerza hacía atrás justo en el momento en que un coche pasaba a gran velocidad y seguía su marcha. Seher se paralizó y se dio cuenta de que había estado a punto de ser atropellada. Se volvió hacia su salvador con un agradecimiento en los labios que no llegó  a pronunciar porque su salvador no era otro que el extraño de ojos azules de la fiesta. El hombre no la  miraba a ella sino al coche que casi la atropella y que en ese momento doblaba la esquina perdiéndose de la vista.

Finalmente los ojos del desconocido se volvieron hacia ella y muy preocupado le preguntó, 

- ¿Estás bien Seher? 

- Estoy muy bien muchas gracias- dijo para calmarlo- estaba distraída y no me he fijado por donde iba …ni siquiera había visto venir ese coche.

El desconocido torció el gesto,

- ¿Dónde esta tu marido?

- Él…no esta. Esta en un viaje de negocios…en Ankara.  No quiero parecer maleducada, pero…es la segunda vez que nos encontramos y aún no se su nombre…

Él la miró y en ese momento una ráfaga de viento pegó el vestido a su cuerpo haciendo visible su embarazo. Los ojos del desconocido se agrandaron al darse cuenta de su estado, la tomó por los hombros y le dijo muy serio,

- Seher escúchame, se que no  me conoces pero créeme si te digo que soy un amigo. Por favor ten mucho cuidado incluso en casa ten mucha precaución…¿de acuerdo?

- Pero…

- Sin peros ¿de acuerdo?, pronto hablaremos y te lo explicaré todo.

En ese momento llegó el coche con el chofer que se apresuró a abrirle la puerta. Seher miró al desconocido, quería más respuestas, o al menos saber su nombre. El hombre pareció leerle el pensamiento y le dijo,

- Pronto,  muy pronto sabrás todo. Pero ahora prométeme que mantendrás los ojos abiertos.

Seher asintió y se subió al coche para volver a casa.

Yaman recibió un mensaje en el móvil que le heló la sangre en las venas…

     *Vigila de cerca a tu esposa, su vida corre peligro…ya es hora de que me escuches... Aksak*

Volvió a leer el mensaje sin dar crédito a sus ojos, el asesino de su hermano estaba de vuelta y ahora lo amenazaba con su esposa. Bien después de casi cinco años había llegado la hora de ajustar cuentas.