NO HAY FLOR SIN ESPINAS (Capítulo 19)
Capitulo 19
Destinada
Seher estaba segura de que había hombres mucho más atractivos que Yaman Kirimli. Su problema radicaba en que no se le ocurría ninguno…Se había despertado hacía unos minutos para encontrarse nariz con nariz con su esposo. Él había vuelto antes de lo previsto. Recordó la mañana del día anterior y lo que le había costado dejarla. Pero ya estaba de vuelta junto a ella y le era difícil explicar el sentimiento que la embargaba. El amor era nuevo para ella, él era su primer amor, no tenía con que compararlo. Había algo en su interior que le decía que no sólo era el primero sino el único amor que tendría en esta vida. Le era imposible imaginarse compartiendo y haciendo las cosas que hacía con él con alguien más.
Su rostro estaba totalmente relajado en el sueño. Seher aprovechó el momento para recrearse en su imagen. Su pelo habitualmente peinado hacia el lado y engominado, ahora mismo estaba despeinado y le caía sobre la frente. El cabello de Yaman era muy espeso y sedoso, ella lo sabía bien, sus dedos lo habían acariciado ya cientos de veces. Tan negro como sus ojos y salpicado por hilos de plata a ella la fascinaban. Se lo intentó imaginar más mayor cuando el blanco superara al negro en él y le pareció que quizás incluso le parecería aún más guapo que ahora.
Sus ojos pasaron por su frente deteniéndose en la pequeña cicatriz recuerdo de alguna herida de infancia ya que se notaba que era antigua. En este instante no estaba el ceño fruncido que habitualmente lucia…y que marcaba al hombre que llevaba a tantos sobre su espalda. En su mejilla sus tres pecas, que quiso unir con su dedo para formar un triángulo perfecto. Su nariz era el rasgo más fino de su cara junto con sus pestañas, tanto que podrían ser envidiadas por cualquier mujer. Sin embargo en su rostro tan varonil ayudaban a suavizar el conjunto.
Los dedos de Seher hormigueaban por tocarlo, la barba perfectamente recortada y sus labios…ella los miraba cuando él sacó un poco su lengua para humedecer el labio inferior. El corazón de Seher se detuvo un instante para volver a latir al doble de velocidad de lo que lo hacía un momento antes. Notó el calor que la encendía desde dentro y amenazaba con arrasarlo todo.
- No me mires más y bésame ya…- la voz de Yaman era bronca y espesa, dijo esto sin abrir los ojos y una leve sonrisa tiró de sus labios.
Seher dejó salir el aire que retenía en los pulmones y llevó los dedos a su cara. Recorrió con ellos el mismo camino que antes habían seguido sus ojos. Ahora era Yaman quien no respiraba. Cada roce de ella aún lo electrizaba, se preguntó si algún día sería inmune a su toque…no definitivamente no…nunca.
Abrió al fin los ojos y los suyos llamaron a los de ella que acudieron de inmediato a su encuentro. Sus miradas se entrelazaron, verde con negro, profundidad y frescura. Sin darse cuenta siquiera se acercaron y entonces sus labios se unieron. Los besos infinitos exploraban los labios y finalmente sus lenguas probaban sabores que solo ellos estaban destinados a compartir.
La intensidad subió y ya no eran suficientes los besos. Su piel llamaba a su piel, Yaman se deshizo del pijama de ella y de su ropa interior y se sacó los bóxer que era lo único que llevaba puesto. La apretó contra su cuerpo y enterró la cara en su pelo. Aspiró el aroma que se había vuelto embriagador ya que todos sus sentidos estaban sobrexcitados, no sólo su olor lo envolvía todo, su tacto lo abrasaba con su calor, sus gemidos eran ensordecedores, su sabor… imposible de definir. Yaman flotaba en una galerna que en lugar de destruirlo lo fortalecía y sanaba. Era así cada vez que hacía el amor con ella…porque ella era, muy bien lo sabía, su eternidad. Después de la galerna sólo quedó la apacible brisa, para bajarlos del cielo donde ella le había enseñado a volar y soñar.
Seher finalmente fue capaz de moverse y se recostó sobre su marido, mirándolo con una sonrisa le preguntó,
- ¿Cuándo llegaste?, se suponía que no volverías hasta la tarde…no me estoy quejando, pero me sorprendiste.
- ¿Si? …vaya yo creía que el sorprendido había sido yo hace un rato…
Yaman sonrió al ver a su esposa enrojecer al instante. Ella era tan inocente…no era capaz de bromear sobre sus…llamémosles encuentros íntimos y a decir verdad esa inexperiencia en ella aún lo encendía más a él…Estaba volviendo a excitarse así que decidió cambiar de tema y contestarle, lo que por desgracia le trajo a la mente el mensaje de Aksak.
- Os echaba de menos…- y ya no supo como seguir porque lo que sentía no tenía forma de explicarlo con palabras.
Seher lo miró feliz y asombrada por de lo que veía pero él no decía. Se acercó para darle un beso pero su barriguita llegó antes frenándola…Esto le recordó que tenía algo importante que decirle y enseñarle. Se levantó rápidamente de la cama y se puso el camisón, Yaman la miró sorprendido por su arranque,
- ¿Te pasa algo?, ¿Estás bien?...yo…- hizo ademan de levantarse también, pero Seher lo paró.
- Tranquilo estoy bien, enseguida vuelvo hay algo que quiero enseñarte….y...
Ella se paró en la puerta que daba al despacho, se apoyó en el marco de ésta y lo miró con una sonrisa tímida y terminando su frase,
- Y nosotros a ti.
Luego se volvió y se dirigió a la mesa de su marido. Allí había dejado la ecografía 5G que le habían hecho. Estaba muy emocionada por saber que cara pondría él cuando viera por primera vez a su bebé. Ella sabía lo mucho que él se emocionaba en las ecos y también lo mucho que le había molestado no haber estado en la de ayer. Era difícil imaginar los rasgos del bebé en los ultrasonidos en blanco y negro pero las nuevas tecnologías eran impresionantes y ahora ella sabía exactamente como era el ser que crecía en su interior. De repente se le ocurrió una idea tomaría las antiguas imágenes y pondría la última al final del montón. Primero cogió un bolígrafo y escribió algo detrás de la eco 5G y después empezó a buscar las demás en el escritorio. Al no encontrarlas pensó…el cajón de las cosas importantes.
Encontró la llave en el lapicero y abrió el cajón, allí estaban las ecos, las cogió pero un brillo metálico atrajo su atención. Sin pensar tomó la carpeta que contenía una especie de radio pequeñita metálica, metió la mano para cogerla y unas fotografías cayeron al suelo. Eran fotos de ella con Selim en el restaurante de la noche en que él la engañó para ir allí…
Soltó el montoncito de imágenes de su bebé a un lado en la mesa y revisó el resto de los papeles. Eran transferencias de dinero con Selim, más fotos de ellos abrazados y unas cartas de ella a su hermana ….que decían cosas horribles y a pesar de que parecía su letra ella jamás había escrito. Repentinamente mareada se sentó en el sillón y miró los papeles que tenía frente a si. Los acontecimientos de la época más terrible de su vida empezaron a pasar ante sus ojos. Creía que había dejado atrás ese dolor pero lo que ahora acababa de descubrir había abierto las heridas con una precisión matemática. Ahora entendió que pasó… pero no podía entender porqué él no le había hablado de esto. Le había dicho que la amaba aún creyendo todas estas mentiras porqué …Le faltaba el aire e intentó respirar más rápido, sus ojos se volvieron a fijar en el aparato metálico, comprendió que no era una radio sino una grabadora. Con mano temblorosa la tomó y presionó el botón de play, se escuchó la voz de Selim diciéndole que la amaba y a continuación la de ella respondiéndole que ella también…ya no pudo escuchar más, la grabadora cayó de su mano al suelo.
Yaman escuchó el sonido de algo que se caía al suelo en el despacho, se incorporó rápidamente de la cama y mientras se ponía los calzoncillos preguntó,
- Cariño, ¿qué ha sido ese ruido?...¿estás bien?
Al no recibir respuesta fue al despacho a buscar a su mujer y se quedó paralizado junto a su escritorio. Vio los papeles y fotografías del maldito dossier falso sobre la mesa y la grabadora tirada en el suelo. Seher estaba sentada en el sillón. Yaman comprendió que ella ya lo sabía todo. Desesperado fue hacía ella y cogiéndola por los hombros la hizo ponerse de pie frente a él. Aunque sus ojos estaban abiertos no parecían ver, Yaman estaba cada vez más preocupado. Seher estaba muy pálida y no parecía escucharlo. Presa del pánico la zarandeó suavemente en un intento de sacarla de su estado.
- ¡Cariño por favor vuelve a mí!...¡ Contéstame!¡Dí algo!
Finalmente ella reaccionó, volvió sus ojos hacía los de él y una única lagrima cayó de ellos. Después se desmayó.
Yaman la cogió en sus brazos evitando que cayera al suelo y la llevó a la cama e imediatamente llamó al doctor.
Tres horas más tarde Yaman seguía sentado en su escritorio….con la cabeza sujeta entre las manos sus lagrimas caían en silencio. Al alzar la cabeza vio nuevamente toda las evidencias del dossier, había sido el más estúpido de los hombres. Con rabia contenida comenzó a recogerlo y a tirarlo todo a la basura.
Entonces un pequeño montoncito de papeles que no reconoció llamó su atención. Lo tomó y se dio cuenta de que eso debía ser lo que ella había ido a buscar y quería mostrarle a él. Comenzó a pasar las imágenes en blanco y negro de su bebé las conocía de memoria aunque a veces sólo le parecían manchas. Pero esas manchas eran lo más milagroso que le había pasado en su vida…Cuando llegó a la última sus ojos se abrieron como platos. Esa ecografía era diferente, muy diferente. Se veía claramente un bebe ojos, cejas, nariz, boca…no podía creerlo, descubrió que detrás de la imagen había algo escrito con la letra de su mujer.
*Halil Yaman Kirimli*
Estoy destinada a amar a chicos Kirimli
Te quiero
Seher Kirimli
Dios y ahora que sigue, como hago para aguantar el siguiente capitulo con esta intriga.
ResponderEliminarOhhh, no te demores en escribir el siguiente.... Me hiciste suspirar muy ondo, sentimientos encontrados, el amor de ellos, y el dichoso dossier ufffff😘😘
ResponderEliminarPerfecto el sentimiento que trasmites , espero el siguiente con ansías 🤩
ResponderEliminar🥰🥰🥰
ResponderEliminarAhhhhhh no me pude contener.. genia!!! Maga!!!! Creadora de milagros. , Que arte, que todo. Flipada me dejas. Ole!!!
ResponderEliminarHay no ... de la peor manera se fue a enterar ... ♥️♥️♥️♥️
ResponderEliminarEspero que no nos hagas sufrir tanto como en la serie para obtener el perdón.
ResponderEliminarUn besin
Espero que no nos hagas sufrir tanto como en la serie para obtener el perdón.
ResponderEliminarUn besin
Ohh!!! Un mini Yaman... Me encanta..🥰🥰🥰🥰
ResponderEliminarUn niño!! Otro Cupido que traerá la paz a sus padres. Bueno, a ver qué hace ahora este Yaman para que le perdone está Seher.
ResponderEliminarNazmiye! Nazmiye! Es un piropo eh? Que yo a Naz la admiro y la amo! Bravo!
ResponderEliminarNeeeeeena quiero el 20 ya!!! Me has dejado súper intrigada...vamos a ver cómo sale Yaman de esta🤣🤣🥰🥰🥰 Felicidades!! una pasada👏👏👏
ResponderEliminarNo nos puedes dejar asi... necesitamos la continuacion.. la emocion nos embarga.. su felicidad estallo por la cabezoneria del ogro!
ResponderEliminarMe has hecho sentir tantas emociones como el día que Seher encontró tirado el dossier. Transmites perfectamente los sentimientos. Deseando leer el siguiente!!! 💜💜💜
ResponderEliminar🤣🤣🤣Lástima que agui no puedo tirar la chancla, espero que no nos dejes mucho así.
ResponderEliminarJajaja Jajaja
EliminarÉsto es lo qué pasa por no hablar. Voy a por el 20😉 Gracias
ResponderEliminarSin palabras !!!!
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