NO HAY FLOR SIN ESPINAS (Capítulo 13)
Capítulo 13
Azahar
Los deseos son algo curioso…pensó Yaman mientras contemplaba los hermosos iris de su mujer…él hacía mucho que no formulaba un deseo... Sencillamente decidía que quería e iba a por ello…Hasta ella claro…supuso que la necesidad de formular un deseo venía dada por lo inalcanzable del concepto deseado. Sintiendo la pasión fluir de sus ojos y de todo su cuerpo Yaman deseó que todo fuese como antes de que Zuhal pusiera en sus manos ese maldito dossier. Porque ahora sólo le quedaba vivir un amor sesgado con la eterna duda de si mañana ella seguiría con él o lo dejaría atrás…para no volver.
Seher notó como la tensión tomaba el cuerpo de su esposo, habían pasado de estar a punto de arder en llamas a …no sabía como describirlo…, miró nuevamente a los ojos de Yaman pero ya no estaba con ella, su mirada miraba hacia dentro hacia algo que le causaba mucho daño. Ella decidió traerlo de vuelta, no permitiría que cualquiera que fuese su pesadilla lo arrastrara...ella seria su ancla, curaría sus heridas una por una hasta que entendiera que jamás volvería a estar sólo….
Las manos de Seher volaron a las mejillas de su esposo, ese contacto hizo que Yaman volviese en si. Cuando volvió a enfocar los ojos en ella casi pareció sorprendido de verla allí. Pero instantáneamente la abrazó apretándola fuertemente contra su cuerpo. Seher notaba su corazón desbocado contra su propio pecho y sin saber porque bajó una de sus manos de su cuello a su corazón, como si el simple contacto pudiese aquietarlo y susurró,
- Tranquilo ….estoy aquí…
Yaman suspiró y poco a poco su corazón tomó un ritmo mas normal,
- ¿Estas mejor? Preguntó Seher todavía preocupada.
Él aflojó su abrazo y la apartó para mirarla, ese fuego abrasador de hacia unos instantes había vuelto a sus ojos. Llevo su boca a la comisura de sus labios y dejó allí un beso y dijo,
- Aquí imposible, tenemos que salir de aquí….
Seher no tuvo muy claro si le hablaba ella o a si mismo, entonces él tomó su mano y se giró para salir de la fiesta.
Yaman estaba al borde de golpear a alguien, *¡Maldita sea! Ser el jefe no sirve de nada …si a caso es peor* esos eran los pensamientos que rondaban la cabeza de Yaman una y otra vez. Quería desaparecer de la fiesta con su esposa para estar los dos solos, pero no había imaginado ni en un millón de años que le fuese a resultar tan difícil. Nada mas empezar a caminar por entre los invitados empezaron a pararlos toda suerte de socios e inversores, que querían conocer a su esposa. Su boda había sido una celebración muy intima y aquello sólo había provocado la curiosidad de propios y ajenos que deseaban conocer a su flamante esposa y cubrirlos de parabienes…Todo muy propio si no tienes que lidiar con una tremenda erección… además de soportar las miradas de deseo que tanto hombres solteros como casados dirigían a su esposa. Él desde el primer saludo tomó a su esposa por la cintura y no la soltó ni un instante, sabía que era una estúpida muestra de posesión, especialmente después de haber dejado que viniese sola a la fiesta, pero calmaba a su fiera interior. Tras veinte minutos aguantando, empujó no demasiado sutilmente a su esposa y con la excusa de que les estaban esperando dentro consiguió por fin abandonar la terraza.
Ya en el interior había mucha menos gente, Seher le preguntó en ese momento;
- ¿Quién nos espera?...
Yaman no contestó porque en la puerta de entrada vislumbro un pequeño grupo con algunos de sus socios de proyecto con sus esposas que estaban llegando, si los atrapaban sería otra media hora de cháchara social y ya no podía más. A su derecha vio un pequeño pasillo solitario que terminaba en una puerta cerrada. Tomó la mano de Seher y fue hacia allá. Abrió la puerta entraron en la habitación y Yaman cerró tras ellos.
Todo estaba en penumbra y sus ojos tardaron un poco en adaptarse tras venir de una zona bastante iluminada. Era una pequeña biblioteca, en el centro había dos sillones orejeros y un sofá estilo Chester. Todas las paredes estaban revestidas de estanterías de madera llenas de libros que llegaban al techo, los distintos tomos de colores llenaban la totalidad de las baldas mezclando los ocres, negros, verdes y todos los colores propios de las encuadernaciones en piel. La pared opuesta a la puerta por la que habían entrado disponía de unas puertas francesas acristaladas que daban a un pequeño patio ajardinado interior a rebosar de plantas que incluía una fuente.
Ambos se mantuvieron en silencio mirando a su alrededor, el ambiente en esa estancia traía paz, era lógico que la hubiesen elegido como biblioteca. Aunque estaba en el centro de la mansión y había un ruido tremendo de la fiesta allí casi no se oía nada.
Seher comenzó a caminar por la habitación, iba mirando los libros a la vez que dejaba pasar las puntas de los dedos sobre los tomos. Yaman la miraba fascinado, ella lo fascinaba, la elegancia de sus movimientos y la cadencia de su caminar con los tacones altos…Seher alternaba su mirada entre los libros y su marido que seguía parado en la puerta, cuando llegaba a las puertas francesas lo miró directamente y le dijo,
- Me gusta este lugar…podría pasar horas aquí. Es muy agradable y huele a piel, pergamino, café y ….- abrió las puertas francesas y al mismo tiempo que Yaman dijeron.
- Azahar…
Efectivamente en el pequeño patio había varios limoneros cubiertos de delicadas flores blancas, que gracias a la incipiente primavera habían florecido.
Mientras Seher contemplaba los limoneros iluminados por la potente luz de la luna llena, Yaman se acercó a Seher. Estaba tremendamente excitado y la visión de su esposa a la luz de la luna acrecentó la excitación y la sensación de irrealidad…estaban en un sueño sólo ellos dos. Aquí y ahora el exterior no importaba habían encontrado un trocito de cielo en la tierra y demonios lo iba a disfrutar.
Yaman tomó la larga Melena de Seher en sus manos y dejó que las sedosas hebras se deslizaran entre sus dedos. El cabello de Seher lo obsesionaba desde antes de conocerla, desde antes de haberla acariciado u olido… ahora era su debilidad. Se la llevó a la cara para aspirar su maravillosa fragancia después la pasó sobre su hombro dejando la espalda al descubierto.
Se recordó a si mismo en su noche de bodas, Seher no había conseguido desabrocharse el traje de novia y le pidió ayuda….cuando sus dedos entraron en contacto con su piel ella se sobresaltó, sus dedos estaban helados y la piel de ella era fuego en comparación, ya para el segundo botón estaba en trance. Olvidados los acuerdos, el matrimonio de conveniencia o nada más, él quiso hacerla suya en ese momento… pero ella se apartó y cuando recobró la compostura sólo quedaba el aire en sus manos aún levantadas y una puerta cerrada frente a él…debió haberla echado abajo….
Ahora era todo distinto, ella era suya y no había una puerta que los separara. Llevo los dedos a la nuca y en una lenta caricia bajo por su columna, dejando a su paso toda la piel de ella erizada. Llegó al broche de su vestido y lo soltó y comenzó a bajar la cremallera hasta que el vestido cayó como un charco de sedoso satén rojo alrededor de los pies de ella. Seher quedó vestida sólo con unas braguitas de encaje negro, unas medias de liga a medio muslo y los tacones rojos.
A Yaman le temblaban las manos, en un esfuerzo por no dejarse llevar, como siempre le pasaba cuando estaban juntos, controló su respiración y abrazó a su esposa desde atrás. Comenzó a balancearse con ella en un baile cuya música sólo escuchaban ambos en su cabeza. Fue subiendo sus manos hasta encontrar sus pechos, sus pezones lo esperaban totalmente erizados y necesitados de sus caricias.
Seher tragó aire y se dejó caer sobre su espalda, era una sensación increíble ser tocada por él de esa forma y el hecho de que él estuviese totalmente vestido mientras ella estaba casi desnuda disparó su excitación. Ella necesitaba más, más de él, más de su piel, necesitaba sentirlo, olerlo, llevaba demasiados días sin él…y la realidad era que después de sus pocos encuentros íntimos se había vuelto adicta, ya no sólo le valian sus besos, no era suficiente…lo quería todo y más.
Cuando no pudo soportar ni un segundo más el anhelo de tocarlo Seher se volvió y le echó los brazos al cuello para luego besarlo con una fiereza que ella desconocía poseer. Yaman más por la sorpresa que por la fuerza de ella comenzó a retroceder a la vez que le devolvía los besos, hasta que sus piernas chocaron contra el sofá. En ese momento Seher le desabrochaba la camisa torpemente por la prisa y la excitación, luego pasó a su cinturón y sus pantalones. Él la tomó un instante por los hombros llegados a ese punto y rompió el beso, Seher iba a toda marcha y él deseaba que durara, la apartó un poco y le dijo,
- Tranquila cariño, tenemos toda la noche…si lo deseamos…no hay prisa….-y le dedicó una sonrisa presumida.
A Seher es sonrisa la enervó, él siempre tan listo, era el experimentado no perdía nunca el control verdad…ella apoyó las palmas de sus manos sobre sus pectorales ya desnudos y lo empujó, al tener las piernas contra el sofá perdió el equilibrio y cayó a plomo sobre él ella se sentó a horcajadas sobre sus caderas pegándose a su cuerpo, empotrándolo en el sofá le agarró la cabeza y le dió un sensual muerdo que terminó con un mordisco en el labio inferior. Tras esto se echó hacia atrás para mirar el rostro de Yaman y le dijo…
- No te sorprendas tanto …a este juego jugamos dos y si digo que lo quiero ya, es ya…
Sus palabras y su postura desataron a la bestia que Yaman llevaba dentro y tanto luchaba para mantener bajo control cuando estaba con ella. La besó con fiereza mientras sus manos la recorrían por todas partes. Necesitaba estar envuelto por ella. La hizo ponerse de pie entre sus piernas y le bajo las braguitas. Ella hizo ademan de quitarse las medias pero él la paró,
- Déjalas puestas…y los tacones también …me gusta…
Ella asintió y soltó el borde de la media …Yaman la tomó por las caderas y le dio la vuelta dejándola de espaldas a él…la hizo sentarse y en esa postura la penetró, acercó su boca a la oreja y le dijo,
- Déjame tomarte así… te gustará …
Ella solo puedo gemir en respuesta y dejarse caer sobre él, estaba a su merced. En esta postura las manos de Yaman quedaban libres y absolutamente todo el cuerpo de Seher disponible para ellas.
Mientras no dejaba de moverse dentro de ella Yaman utilizó una de sus manos para seguir deleitándose con sus voluptuosos pechos mientras que llevó la otra al punto donde sabía la volvería loca. Comenzó a acariciar el excitado brote a la vez que frenó sus embestidas, pero manteniéndose muy dentro de ella, finalmente el cuerpo de Seher convulsionó sacudido por un tremendo orgasmo. Cuándo Yaman sintió como la vagina de Seher se cerraba sobre él reanudó el movimiento acompañándola en el orgasmo más intenso que había experimentado jamás.
En el silencio de la pequeña biblioteca ahora sólo se escuchaban dos respiraciones luchando por recuperar la normalidad y el agua brotando de la pequeña fuente.
Ahhhhhh, nos dejas sin respiración
ResponderEliminarOhhh😍
EliminarExelente. , Exelente , ya quiero más jaja
ResponderEliminar🤣🤣voy voy.....
EliminarPura pasion!! Me encanta!!
ResponderEliminarGracias Lu😍😘
EliminarBravoooo 💃💃
ResponderEliminar🤩😁 gracias Lola
EliminarOffff, no te tirare de las orejas porque me ha encantado!!!! Graciassss!!!!
ResponderEliminar🤣🤣🤣gracias mis orejas y yo te lo agradecemos😘
EliminarEs muy hermoso saber que el amor de lo dos siempre por mas que esten luchando contra la maldad estan ahi juntos el uno para el otro y con mas intensidad que nada hermoso es leer cada dia los capitulos en especial para mi no sabes lo bien que me hace tengo una lucha dia a dia aca en mi hogar y eso me fortalece leer cada capitulo gracias por darme esa fuerza de voluntad de seguir mi vida dia a dia gracias
ResponderEliminarGracias a ti por leerme, si te saco un ratito de la rutina del día a día yo feliz !!!el final puedo decir que será feliz a pesar de las dificultades que pasen 😍😘😘
EliminarAmeeee! Ese 🔥 esa entrega ♥️♥️♥️
ResponderEliminarGraciassss!!!🥰😘
EliminarHola me ha encantado! Donde siguen los demás capitulo
ResponderEliminarMuchas gracias, los capítulos a medida que los vaya escribiendo los pondré aquí en el blog😁😍😘
EliminarTREMENDO relato... cada vez mejor.... 👏👏👏👏 gracias Laurita. Lo he leído 3 veces
ResponderEliminarTres veces 🙆🏻♀️🤩😍😘gracias
EliminarMe encanta!. Casi podía oler el azahar y estar en esa misma habitación!. 😘😘
ResponderEliminarEstabas...😜mi olor favorito...el azahar 😍 gracias por el comentario me encanta 😘😘
EliminarJajajajjaj por fin es ella la que lo empotra. Aunque sea brevemente.. Ole.. pero que bien escribes criatura...me gusta más el carácter de Seher en tus capítulos que el personaje de la serie!!!
ResponderEliminarDeseosa de más!!!!
Neeeeeeeeeee!!!???? Dón tenias tú escondidos estes capítulos..... Nosotras sufriendo en el otro lado y ellos aquí, a vivirrr....😂 Me encanta Laura, no pares de escribir y hacer q se pare el tiempo leyendo.....
ResponderEliminarAquí, Seher y Yaman llevan un ritmo más acompasado con la realidad. Me encanta la delicadeza y sutileza de tu relato, es elegante y hace que quieras leer más y más. Un beso guapísima
ResponderEliminarMe ha encantado Laura, cada vez me gusta más..
ResponderEliminarMe gusta mucho ésta Seher. Puro amor es lo qué se tienen estos dos. Gracias
ResponderEliminarGracias por cumplir mi sueño, de que Seher empotre a Yaman 😁😬, ya era hora!
ResponderEliminarImpresionante, muy muy bueno
ResponderEliminarMuy muy interesante y uuuuffff
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