NO HAY FLOR SIN ESPINAS (Capítulo 23)




Capítulo 23

Nana

Algunas cosas en la vida no suceden como planeamos o deseamos, sencillamente suceden. Seher contempló el amado rostro de su esposo y lo tomó por las mejillas para obligarlo a mirarla. Lo necesitaba de vuelta a su lado y ahora mismo Yaman estaba lejos muy lejos. Cuando por fin sus ojos conectaron ella empezó a acariciarle las mejillas y le habló utilizando el tono que usaba con Yusuf cuando se hacía daño.

- Cariño…mírame, todo está bien no hay de que preocuparse. El proceso del parto normalmente dura horas…para cuando finalmente nazca ya hará muchas horas que estaremos fuera de aquí…¿de acuerdo?

La dulce voz de su esposa fue penetrando poco a poco en la consciencia de Yaman trayéndolo de vuelta de un lugar aún más oscuro que el que reinaba a su alrededor. Se inclinó hasta que sus frentes se unieron y asintió para que su esposa supiese que había vuelto a ella. Seher suspiró mostrando así su tranquilidad por tenerlo de vuelta. Tras eso Seher se tambaleó y su marido rápidamente la sujetó entre sus brazos. 

Con cuidado la sentó en una vieja silla que había allí pero inmediatamente se dio cuenta de que en esa postura no estaba cómoda. Ella necesitaba recostarse y él no sabía que hacer. Su esposa pareció leer su mente porque le dijo. 

- En esas cajas de ahí hay mantas y cojines viejos…pesaba donarlos después de cambiar los de nuestra habitación por los nuevos del ajuar.

Yaman rápidamente se dirigió hacía el sitio indicado y casi a ciegas se hizo con todo lo que encontró y en el suelo del frío trastero improvisó una cama para su mujer y allí la acomodó.

Seher se moría de dolor….y lo guardaba para ella. A pesar del miedo que le tenía a la oscuridad en este momento se sintió en deuda con ella. De haber buena iluminación Yaman se habría dado cuenta de sus gesto de sufrimiento con cada contracción. Empezó una nueva contracción  e intentó respirar como la habían enseñado en las clases de preparación al parto…maldita sea no funcionaba…el dolor la volvió a partir en dos y un gemido escapó de sus labios. Un segundo después su marido estaba a su lado sujetando su cara mientras estudiaba su rostro.

- ¿Amor estas bien?...¿ Han empezado las contracciones? – le preguntó ansioso.

- Podría ser…- Seher apartó sus ojos escondiendo su mirada, de lo contario él la pillaría en la mentira.

Llevaba más de una hora con contracciones…había conseguido sobrellevar el dolor porque no eran muy seguidas pero las tres últimas sólo había podido llegar a contar hasta treinta y tres entre un dolor y otro. Su hijo tenía muchas ganas de venir al mundo. Yaman todo este tiempo había hecho lo imposible por forzar la puerta pero había sido en vano. 

Otra contracción la atenazó y dejó escapar un grito…imposible de disimular. Cuando el dolor cesó aprovechó para hablarle a su marido pues pronto vendría otro.

- Cariño, quítame las bragas y pon esas toallas debajo de mí, cuando él niño nazca tendrás que…

- ¡Mujer se puede saber porque no me dices las cosas! – la interrumpió bastante enfadado. 

- Yo…, ¡yo te he hecho esto!, es mi responsabilidad …no me protejas…yo te protejo entendido.

A Seher por algún motivo le hicieron gracia sus palabras y se comenzó a reír. Yaman la miró desconcertado pensado quizás que su mujer se había vuelto loca.

- ¿Se pude saber de que te ríes?

- Lo siento cariño …es que pensé que en “esto”  yo también había colaborado…- dijo Seher señalando su barriga para luego volver a reírse.

Yaman la miró y se volvió a enamorar…probablemente se enamoraba de ella nuevamente cada vez que sonreía. Casi sin querer el también rió con ella hasta que una nueva contracción llegó y ella se sujetó a su mano con fuerza…cuándo pasó, él hizo lo que su esposa le había pedido y descubrió que la cabeza de su bebé ya era visible. 

Yaman se armó de valor y respiró hondo, él ayudaría a traer a su hijo al mundo…paradójicamente él que había sesgado varias vidas se dio cuenta ahora de cuan valiosa eran todas y cada una de ellas. Y volvió a agradecer a su mujer mentalmente por sacarlo de ese camino.

En tres contracciones más Halil Yaman Kirimli llegó al mundo. Un perfecto ser en miniatura cayó en sus manos. Terriblemente resbaloso cubierto de la grasa protectora tomó su primera bocanada de aire y lloró con toda la fuerza de sus pequeños pulmones. Yaman no olvidaría ese sonido mientras viviese, con un cordón de su zapato, amarró el cordón umbilical y agradeció haber leído el bendito libro de maternidad.

Miró a su mujer, Seher no hablaba pero sus ojos estaban anegados en lágrimas. En muda suplica extendió los brazos para que le diese a su hijo. Yaman besó a Halil en la frente impregnándose de su olor y se lo pasó  a su esposa. En cuanto el pequeño se supo en la seguridad de los brazos de su madre dejó de llorar. Seher miraba a su hijo maravillada memorizando sus rasgos de la misma forma que él lo había hecho hacía unos instantes. Después lo miró a él y le dijo.

- Es tan guapo…se parece a ti…

- Me parece que tiene tus ojos…

- Tiene tu pelo negro y tu ceño…

- Pero esos son tus labios…

Un nuevo quejido interrumpió el reparto de rasgos de Halil Kirimli por parte de sus padres, Seher lo entendió y se subió el jersey para dejar su pecho al descubierto y ofrecérselo a su bebé. El niño rápidamente se pescó a un pezón y empezó  a succionar con ganas. 

Ambos miraban a su hijo embelesados y así los encontró el guardia de seguridad cuando abrió la puerta del trastero.

El resto de acontecimientos fue rápido la ambulancia llegó y los médicos terminaron de atender a su esposa e hijo. Ambos estaban en perfecto estado y ahora dormían cómodamente en la cama.

 Estaba cayendo la noche y el cuarto estaba en penumbra. Yaman miró a su alrededor y se dio cuenta de cómo había cambiado su habitación. Él estaba sentado en uno de los sillones nuevos y no echó para nada de menos el sofá naranja. Habían colocado una cuna muy hermosa junto a su cama era de madera labrada y se podía balancear. Se fijó en la superficie de la cómoda donde se veían algunas horquillas y prendedores de pelo de su mujer así como varias cajitas con sus gemelos. En las mesitas de noche las fotografías de su boda y otras de ellos con Yusuf. 

La habitación olía a ellos …una mezcla de vainilla, limón  y azahar. Un nuevo olor se unía ahora a esta fragancia. Seher le había hecho el regalo más grande que nadie podría dar. Una familia. Se dio cuenta entonces de que hacía mucho que ya no estaba ese vacío que había en él desde que era niño. Su Seher no lo había llenado sino que directamente lo había hecho desaparecer. Ahora cuando cerrara los ojos lo único que vería serían las caras de Ziya y Yusuf cuando sostuvieron en brazos a Halil, la alegría de Cenger, Nesliham y Adalet , los ojos de Seher de mil tonalidades de verde y cientos de momentos más que llevaban de luz su oscuridad…

Seher observaba a su esposo sentado en el sillón, se veía feliz, pero también cansado. Había sido un día duro a la par que maravilloso y estaba cansada pero feliz. Ahora estaba contenta de que su parto hubiese sido así, solos ella, Yaman y su bebé. Nada de médicos ni personas desconocidas en bata blanca a su alrededor. Esto era algo que no le confesaría a su esposo….el pobre lo había pasado fatal…Cuando más tarde le preguntó como había sabido que hacer durante el alumbramiento. Él un tanto avergonzado reconoció que había leído un libro sobre  maternidad.  Eso la enterneció. Su Yaman siempre la sorprendía de maneras insospechadas que siempre acababan  haciendo que lo amara más y más.

Halil comenzó a llorar en sus brazos y Yaman se acercó  a ellos.

- Acaba de mamar y esta seco…creo que llama a su papi…que sólo nos mira de lejos.

Yaman miró  a su esposa e hijos con el corazón en los ojos y Seher le dijo.

- Cariño…quítate la parte de arriba del pijama… 

Su esposo le dirigió una mirada interrogante pero como siempre la obedeció sin preguntar nada. Entonces Seher le ofreció al niño para que lo tomara en brazos. Yaman acomodó inmediatamente a su hijo sobre su pecho desnudo y el pequeño dejó de llorar al instante. Halil se sabía seguro entre los fuertes brazos de su padre el calor y el olor de esa piel surcada de cicatrices se convertían ahora en la manta protectora de una nueva vida.

Seher los seguía con la mirada embelesada y hechizada por la imagen de ese hombre enorme y fuerte que una vez creyó incapaz de amar. Padre e hijo pasearon por la habitación por un largo rato, Halil volvía a estar dormido, pero Yaman no lo puso en su cuna. En su lugar se acostó junto a su mujer con su hijo en los brazos. 

La cabecita de Halil sobre el corazón del padre que con el ritmo de cada latido le cantaba a su hijo la más hermosa de las nanas y en su hombro acurrucada, ella, la única en el mundo que había  sido capaz de dar cuerda a ese corazón para hacerlo cantar.

Así de esta manera los encontró la noche en uno de los días más felices de su vida.


(Dedicado a mi amiga Luisa Moreno que sólo inspira pensamientos hermosos, eres maravillosa …un beso Malagueña guapa)



Comentarios

  1. Hermoso, precioso, encantador, dulce, tierno, esperanzador.... Que bonito, porDios!!! 😍 😍 😍 😍 🥰🥰🥰🥰 Gracias!!!

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  2. Hermoso ! Amo tus relatos ! ♥️♥️♥️

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  3. Lloré de emoción.... 😢 Gracias Laurita. 😘

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  4. Que hermoso, muy tierna y unida esta faceta de la familia kirimli

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  5. Que pasada cariño, emocionada a más no poder, besazo para ti y para nuestra Luisa ❤️❤️

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  6. Genial ojalá vemos algo así en la segunda temporada jaja me encanta 😍

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  7. Precioso, ojalá veamos algo parecido este fandom se lo merece. Pero mientras vosotras tres nos alegrais la vida....
    Angeles

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  8. que hermoso, gracias, sigue adelante deleitandonos con mas capitulos hermosos, gracias y bendiciones

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  9. Hermosa historia ojala sigas asi escribiendo miles de historias hermosas nos alegras con todo la vida que en estos tiempos dificiles leer esto nos calma el corazon y alma

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  10. Que bonito Laura, qué buenos recuerdos del sótano 🤣🤣🤣 Sabes lo único que me ha puesto triste y no me lo esperaba?....eso de que Yaman ha sesgado unas cuantas vidas😢

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  11. Joer.. que bonito guapa, como cambia el cuento cuando en vez de quitar vidas traes una al mundo y encima es un hijo.. maravilloso capítulo...un bravo no es suficiente!! 👏👏👏👏👏

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  12. 😍🥰😍😘♥️mas enamorada quede

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  13. Muy bonito 😍😍😍😍, que tu relato tenga un final feliz por favor

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  14. Wowwwwwww eres maravillosa Laura ! Qué exquisitez tienes en tus relatos. Ya quisiera Nazmiye darnos una serie tan maravillosa cómo nos la estás dando tú. Mil gracias de tu amiga malagueña, que te quiere a reventar! Lindo finde cariño 🤗🌹

    Luisa Moreno.

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  15. Bellissimo tenero dolcissimo capitolo grazie infinite😍😍

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  16. Gracias chicas no se que más decir me faltan las palabras...todas son para vosotras🌬💋

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  17. Muchas gracias por estos relatos alternativos de YamSer,maravillosos,eres increíble,me los he leído los 23 capítulos, no se si escribirlas más, pero si lo haces estaré encantada de poder leerte,absorbo cada una de tus frases,un inmenso placer haberte encontrado 😘♾🏹

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  18. uff me he quedado sin aliento que bonito .... espero con ansiedad los siguientes gracias mil

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  19. Genial, dulce y suave, gracias nuevamente por compartir!!

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  20. Hermosa historia con un final bello lleno de lucha ternura y tambien de amor del bueno que siempre recordemos asi el amor donde hay oscuridad habra siempre un apizca de luz para seguir el camino no importa cuan estrecho sea el caminar cuando se hace de a dos todo es mas facil querida tu historia es hermosa ojala nos sugas deleitando con mas buenas historias de amor

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  21. Cada relato, te superas...ufff me encanta tú historia. Gracias

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