NO HAY FLOR SIN ESPINAS ( Capítulo 27)




Capítulo 27

Estirpe

Definitivamente la suerte la había abandonado…bueno en realidad ella no creía en la suerte. Ella había creado su suerte a base de tesón y paciencia.

 Había tramado un plan perfecto que se había ido al garete… pero había comprendido su error…No debió haber gestionado el asunto de Yaman y Seher de la misma forma que lo hizo con Yalcin y Kevser. Se había precipitado y no había visto la profundidad de los sentimientos de Yaman por esa pobretona. El Yaman que siempre había conocido ahora no existía y por ello llevaba meses esperando pacientemente. Observaba y estudiaba el comportamiento de sus enemigos para no volver a fallar en su próximo ataque.

 Ella y sólo ella sería la señora de la  mansión y por ende de todo el negocio Kirimli. Durante años había gestionado muy bien sus cuentas, ahora poseía una buena fortuna que era mérito propio. A través de las fundaciones que manejaba había gestionado dichos fondos sin el conocimiento de Yaman que no se preocupaba de esas actividades meramente femeninas. Su plan de vida había sido brillante, desde que consiguió que el lelo de su marido le pidiera matrimonio había ido introduciéndose más y más en la familia Kirimli y ahora era uno de ellos. No cedería su poder…porque ese poder le había costado demasiado… incluido el último pedazo de su corazón… 

Aún recordaba aquella conversación que acabó con sus ilusiones…

- Pero…¿porqué?

- Yo no puedo querer a nadie Ik…entiéndelo, no soy hombre que sirva para el matrimonio y formar una familia. Míranos…estamos rotos…bueno… quizás Ziya sea el único, a pesar de todo, capaz de querer a una mujer. Para mi eres como una hermana por ello voy a hacer como si esta conversación jamás hubiese ocurrido…¿de acuerdo?

Ella lo creyó…¿Cómo no hacerlo?...Llevaba en la casa de los hermanos Kirimli tres años cuando por fin dio el paso e intentó besarlo. Y él la rechazó diciéndole que no podía querer …y ella lo creyó…Cuando llegó a ellos después de que le ofrecieran el puesto de ama de llaves sintió un gran agradecimiento hacía los tres hermanos. Al tener este trabajo tenía un techo sobre su cabeza y comida sobre la mesa tanto para ella como para su hermana. La situación en la que ambas se encontraban era penosa, más que eso, incluso se podría calificar de desesperada. Y cuándo él tocó su puerta fue como si un ángel de pelo negro acudiera a su rescate. 

Ella a cambio se desvivió por ellos. Cubrió todas las necesidades básicas de la casa para que ellos se pudiesen dedicar a levantar su imperio. Ziya poco a poco se acostumbró a su presencia y le hizo bien, porque sus crisis mejoraron. Él comenzó a hablar y poco a poco a través del galimatías de sus explicaciones fue averiguando la historia de los hermanos Kirimli y conociendo todos sus traumas existenciales y sus puntos débiles, pero a pesar de saberlo todo ella como una estúpida se enamoró y fue rechazada.

 Se conformaba con estar cerca de él y lo creyó…”ninguno podía amar”… ,sólo Ziya, había dicho él…así que decidió que se casaría con él para afianzar su posición en la familia. Ella sería la única dama de la mansión Kirimli. Con el tiempo se convirtieron en grandes magnates y ella cuando llegó el momento más oportuno metió la idea del matrimonio en la mente de Ziya y se casó con él.

 Todo iba según lo planeado hasta que llegó la maldita Kevser…y el hombre que no podía querer resulta que sí podía…era sólo que no la quería a ella. Esa maldita estúpida de Kevser, esa niñata con aspiraciones había conseguido lo que ella más anhelaba en cuestión de meses…A su amado Yalcin. No podía consentirlo, hizo todo lo que estuvo en sus manos para sepáralos pero no consiguió detener la boda. Para colmo de males Kevser estaba embarazada. Algo que ella jamás podría conseguir…aunque cuándo nació Yusuf se alegró sinceramente. El hijo de Yalcin sería el heredero y ella sería quien lo criaría. Después de todo esta mujer había sido de utilidad. Ella era Ikbal Kirimli y se adaptaba y afrontaba la adversidad e incluso sacaría provecho de ella.

Ella conocía muy bien a Yalcin y sabía que teclas tocar para destruir este matrimonio. Conseguiría que se separaran y todo volvería a estar como debería ser y tendrían su legado y heredero también. Este bache momentáneo en el camino finalmente sería de utilidad. Utilizó  su dinero para contratar a un tipo caro y habilidoso que tomaría fotos de Kevser engañando a su marido y haciéndola parecer una  busca vidas sólo interesada en el dinero. Pero algunas cosas salieron muy mal…y Yalcin…murió. 

El llanto de un bebé la sacó de sus cavilaciones, Seher salió al jardín con los niños. Con esto se acababa su tranquilidad. No soportaba al pequeño llorón …ese bastardo sobraba…ya existía Yusuf. La madre y el hijo eran un estorbo que debía eliminar. Pero cual cucarachas conseguían siempre sobrevivir. Yaman los protegía con el celo de un soldado en tiempo de guerra…pero ella sabría ser paciente…era su especialidad y tarde o temprano encontraría su oportunidad para deshacerse de ellos.

Yaman ayudaba a Ziya a sembrar lo que en el futuro serían dos enormes árboles. Su hermano había insistido. Cada uno de ellos sería el hermano árbol de sus sobrinos. Sembraron una higuera para Yusuf y un pino real para Halil. Ziya insistió en ello…esos árboles darían sombra y alimento a ellos y a sus hijos y a los hijos de sus hijos… 

Desde que se había convertido en padre, Yaman notaba que había desarrollado un deseo de permanencia. Anhelaba más que nada ser parte de algo más grande que él  mismo. Quería dejar su impronta en el mundo para y por sus hijos y sus futuros descendientes. El hecho de querer realmente crear su propia estirpe y darle unas raíces tan fuertes que ningún contratiempo pudiese destruirla era algo sorprendente. En especial para un hombre que no hacía demasiado tiempo no se preocupaba de si el día que vivía era el último sobre la faz de la tierra. Por ello le había gustado la idea de su hermano y por ello se había levantado esa mañana de domingo de su cama, no con poco esfuerzo, dejando en ella a su esposa semidesnuda, para cavar en el jardín.

Esa mañana lucía el sol y Seher sacó a los niños fuera a tomar el aire y el sol de ese precioso día de invierno. Halil que había estado lloriqueando un poco dentro de la casa en cuanto salió al exterior se quedó muy callado observando todo su entorno. Su minúsculo ceño fruncido una copia exacta al de su padre enmarcaban su verde mirada. La genética era increíble pensó…cómo combinaba la esencia de dos personas para crear una tercera dónde caprichosamente se unían rasgos de ambas y alguno más de seres que ya nos dejaron mucho tiempo atrás.  Sus hijos eran primos hermanos, pero nadie lo diría, parecían ciertamente hermanos. Ambos tenían el mismo pelo negro y rizado de Yaman y Yalcin y los hoyuelos de Kevser y de su abuelo Yusuf, sólo los ojos variaban… Yusuf negros como Yaman y Halil verdes como ella…Mirando a sus niños Seher supo que en ellos recaía la gran verdad de la vida y su eternidad.

Alzó la mirada y repentinamente notó cómo se le secaba la boca y que la mañana quemaba más…su marido estaba cavando lo que parecía un enorme agujero. El trabajo físico debía ser duro y bajo este sol de invierno él debía haberse acalorado porque tenía el torso descubierto. Levaba unos pantalones de trabajo color verde militar con muchos bolsillos, no precisamente nuevos, aunque ella no los reconocía de su armario y unas botas  negras de trabajo. Seher no pudo evitar fijarse en cómo sus músculos se contraían y relajaban al compás de los movimientos de Yaman. Sus fuertes brazos acometían el trabajo en una perfecta sincronía de movimientos que se repetían como una melodía. La piel de sus hombros y espalda había tomado algo de color por la exposición al sol. Tenía el pelo revuelto y ligeramente rizado, húmedo por el sudor, revelando que éste no era tan lacio como aparentaba ser cuando Yaman lo peinaba con gomina al arreglarse para meterse en el papel de ejecutivo de éxito.

Ella siguió caminando hacía donde los dos hombres trabajaban sin ser muy consciente de sus propios pasos. Ya más cerca los ojos de Seher notaron el brillo del sudor que cubría su cuerpo…allí parecía estar toda la humedad que faltaba en su boca…una gota se formó en la parte trasera del cuello de Yaman. Sus ojos por voluntad propia siguieron esa gota que desesperadamente lenta bajo por su fuerte cuello hasta la columna por donde se deslizó a lo largo de la columna hasta llegar a la zona central de la espalda donde se perdió ….Un ligero suspiro escapó de sus labios por lo que le pareció una terrible perdida. 

Como si el sonido de su suspiro hubiese sido hecho a través de un megáfono Yaman paró de cavar y volvió su cara hacia ella. Su mirada interrogante  se agrandó al llegar a los ojos de Seher, su esposa estaba excitada y mucho …esos ojos que tan bien conocía no daban lugar a dudas…Ella siguió caminando hacía él  con Halil ya dormido en sus brazos. Yusuf había corrido hacia su tío Ziya al que ya le estaba haciendo mil preguntas. Él  escuchaba a su hijo pero sus ojos no conseguían abandonar los de su mujer. Sólo el color que ahora mismo contemplaba en ellos lo había hecho tener una dolorosa erección. Cuando ella llegó a su altura se paró frente a el mirándolo un tanto ida. Cómo ella no decía nada un atisbo de inquietud lo asaltó y acercando la cara a ella le preguntó en voz baja,

- ¿Cariño …estás bien?

- Noooo…en realidad no….

Los músculos de Yaman se tensionaron con la respuesta como siempre le sucedía cuando su esposa no estaba bien, pero antes de poder preguntarle que le sucedía, ella dijo,

- Tengo sed…

Tras decir eso llevó su boca al cuello de él para lamer una gota de su sudor, luego lo besó en los labios lentamente y Yaman pudo probar su propio sabor salado. Cuándo terminó de besarlo se separó de él que no había podido responder a ella a causa de la sorpresa y la excitación. Sólo se quedó ahí disfrutando de su beso como si él fuese el árbol destinado a estar allí sembrado. Su hermosa esposa le dedicó una media sonrisa sabedora de en que estado lo tenía y le dijo.

- Te espero arriba….no tardes mucho…

Dicho esto se dio la vuelta y se marchó…dejándolo excitado como pocas veces en su vida había estado.


Comentarios

  1. Madre mía!, nos has dejado a todas excitadas. Joer, me morbo. 😍😍

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  2. Esto esta que uffff ❤️❤️❤️❤️🔥🔥🔥🔥

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  3. Te haces de rogar. Pero cuando nos das lo que ansiamos ... Se compensa....jajaj lo que pasa es, que hacemos ahora con el calentón hasta el próximo capítulo??? Gracias siempre!!!!

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  4. gracias, cada capitulo mejor que el anterior, nos haces meternos en la historia de una manera increible
    que Dios te siga dando esa sabiduria y te llene de benciones

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  5. Josu que calentom!! Madre mia Yaman esta a punto de combustion pero nosotras tambien... que ganas de ver la caida de la vibora!

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  6. No me ves ,pero estoy frotándome las manos esperando el próximo capitulazo, querida

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  7. Laura eso no se hace nos dejaste a todas 🔥 🔥 hasta el próximo capitulo

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  8. Excelente. Cualquier otra palabra sobraría. Pero diré alguna más :Muchas gracias por un relato tan intenso.

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  9. GRACIAS GRACIAS GRACIAS 👏👏👏

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  10. Peeo tú nos sabes que ya no hay agua para apagar tanto fuego..... Madre mia!!!! 😍 😍

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  11. Joeee así nos dejas...esperando la continuación. 👏👏👏 Gracias.

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  12. Pero bueno!!! Como nos dejas así 😠😠😠
    Me encanta, gracias!!! 😘😘😘

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  13. Con lo que odio el sudor...ya estoy cambiando de parecer 😅 🤣🤣🤣🤣

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