NO HAY FLOR SIN ESPINAS ( Capítulo 28)




Capitulo 28

Rápido y furioso

Los músculos de sus piernas ardían…pero no pensaba parar…siguió subiendo las escaleras rápidamente manteniendo el ritmo que llevaba cuando se marchó del jardín. Para cuando llegó a su habitación el aire que conseguía llevar a sus pulmones ardía, era especialmente doloroso al pasar a la altura de la garganta y eso la hacía jadear…Era imposible tomar una respiración profunda que oxigenara lo suficiente su cerebro que en ese momento no funcionaba bien. Bueno no funcionaba bien ahora y no lo hacía diez minutos atrás tampoco…

Halil se revolvió entre sus brazos, estaba incomodo obviamente , casi había olvidado que lo tenía aún en los brazos y lo llevó a su cuna dónde suspiró satisfecho y siguió durmiendo.

Seher contempló a su hijo e intentó calmarse, pero se lamió los labios secos...gran error…El salitre de Yaman estaba en ellos todavía y el sabor disparó de nuevo los latidos de su corazón.

 Estaba sudando…y la ropa molestaba, el sencillo vestido camisero que llevaba era insoportable. El delgado tejido de algodón raspaba sobre su hipersensible piel de forma dolorosa y la obligaba a deshacerse de él. Necesitaba tomar una ducha…esa sería una buena solución. Una ducha más bien fría que la ayudara a calmar este terrible ardor que amenazaba con convertir en cenizas hasta el último pedazo de su piel.

 Se acercó al armario y se quitó el vestido quedando en ropa interior. La repentina frescura le dio un segundo de alivio y tomó una respiración profunda… segundo error…estaba muy cerca de la ropa de él y su olor penetró con el aire hasta lo más profundo de su ser. El fuego en su interior se redobló y sin pensar se acercó a sus camisas colgadas y como una adicta en busca de su dosis se llevó la tela a la cara para sentir su tacto y aspirar su aroma. La quemazón en la garganta se extendió por todo su ser…en especial en su lugar más sensible…lo necesitaba y mucho.

 Ella no había estado preparada para soportar el fuego de la pasión, nadie jamás en su vida la había avisado de que sería así. Un dolor adictivo e imprevisible que te podía asaltar en el momento menos pensado, como le había ocurrido hacía solo un momento… un dolor que una vez experimentado deseabas sufrir una y otra vez, un dolor tan caprichoso que aparecía tras una mirada, un roce, una palabra, un recuerdo, una melodía... En su caso el dolor tenía nombre propio Yaman Kirimli…él desataba el dolor y sólo él era capaz de doblegarlo.

La puerta de la habitación se abrió y allí estaba él…con sólo mirarlo supo que había despertado a la fiera que habitaba en él. Bueno no sólo la había despertado…la había acicateado y provocado con palabras y acciones. Ahora ante si tenía una versión de Yaman que hacía temblar su mundo con tantas emociones que se creía capaz de tocar el cielo con sólo alzar las manos y la convertían en una Seher distinta ..la convertían en una domadora de dragones…que se atrevía a jugar con fuego… que se atrevía a jugar con él…

Soltando el tejido entre sus manos se volvió hacía su marido y se acercó a él parándose justo en frente,  a un suspiro de su cuerpo. Yaman respiraba con dificultad,* ¿has venido corriendo?* se preguntó, el sudor cubría su cara y estaba muy despeinado, el pelo del flequillo casi le tapaba los ojos y Seher se dio cuenta de cuanto le había crecido el pelo. Alzó la mano y apartó los negros mechones de sus negros ojos y con las miradas conectadas le dijo,

- Has tardado mucho…

Yaman tomó aire de forma brusca, sus manos dolían por la fuerza de apretar los puños para no agarrarla con una fuerza que no sabía si podría controlar.  Ella lo estaba provocando como nunca y él estaba a un suspiro de perder el control…

- ¿Sabes qué estas haciendo mujer?

- No…pero tú sabrás guiarme...¿verdad..?

No…ella definitivamente no sabía lo que le estaba pidiendo. Ante sí tenía a una mujer segura de si misma, muy segura de hecho. Tanto que lo hacía perder la razón. En el pasado, tenía que reconocer que cuando ella lo encaraba una y otra vez él se excitaba hasta un punto doloroso. Sus inmensos ojos verdes clavados en los suyos lo derrotaban una y otra vez, perdida la cuenta de cuantas noches se había levantado de su cama para ir a buscarla para luego volver a su oscuridad y satisfacer su deseo sólo …siempre sólo. El recuerdo de esas noches se hizo presente y supo que hoy se cobraría ese deseo frustrado.

Seher esperaba una reacción por parte de  Yaman pero él no se movía. Su respiración se había calmado y en sus ojos se reflejó una chispa de malicia. El depredador había vuelto y ella pasó de cazador a presa ….En una milésima de segundo él la había cogido en brazos y sus piernas rodeaban su cintura pegándola completamente a su cuerpo. La sensación de su cuerpo prácticamente desnudo contra el suyo totalmente vestido la inflamó.

 Ella necesitaba llegar a su piel y lo necesitaba ya. Empezó a tirar de la camiseta negra que él llevaba puesta con tirones impacientes. Yaman caminó hacía el baño entró y entornó la puerta. La llevó hacia el enorme mueble del lavabo y la sentó en él quedando entre sus piernas abiertas. Seher seguía peleando por sacarle la camiseta y él la satisfizo. Cuando su torso volvió a estar descubierto ella se paró unos momentos para contemplar nuevamente todos esos músculos y líneas que casi  la habían puesto de rodillas en el jardín. La diferencia ahora era que él era suyo y no había nadie cerca para impedirle tocarlo a placer. Deslizó las manos por los pectorales de Yaman sintiendo la calidez de su piel. Acercando la cara lo olió, la esencia de él era maravillosa olía a sándalo, a sudor fresco, a sol y a tierra…olía a hombre, apoyó la mejilla sobre su pecho para poder oír su corazón y le susurró,

- Hueles muy bien…

El pecho de Yaman vibró y se sacudió, se estaba riendo…

- Cariño vengo de trabajar en el jardín…

- Me encanta tu olor…– insistió Seher mirándolo muy seria.

Acto seguido lamió lentamente su pezón, luego lo miró y con una sonrisa le dijo,

- Pero hoy he descubierto que me gusta igualmente tu sabor…

Yaman le agarró la cabeza para evitar que ella se moviera mientras devoraba su boca con la voracidad de un hombre hambriento. Sintió las manos de ella desabrochándole el pantalón. Su mujercita iba a toda mecha y no encontraba la forma de frenarla. Con unas cuantas frases y las más sutiles caricias lo tenía al borde ya.

- Cariño… tranquila …tenemos tiempo…- dijo en un intento de hacerlo durar más.

- No, no lo tenemos…tu hijo esta fuera y en cualquier momento…

Yaman se dio cuenta de que su mujer tenía razón a unos metros su hijo dormía y era media mañana. Supuso que tener sexo rápido en el baño a horas extrañas formaba parte del rol de ser padres con niños pequeños, la idea no le disgustó en realidad…

- Bien, entonces…¿ rápido y furioso? – preguntó alzando las cejas, a lo que ella respondió, 

- Sí …por favor…

Yaman apartó sus braguitas a un lado y la penetró, en pocas embestidas ambos llegaron al climax. Aún estaban recuperando el aliento cuando escucharon el llanto de Halil proveniente del dormitorio. Seher lanzó a su marido una mirada que decía claramente “ Te lo dije". Yaman volvió a besarla porque…sencillamente no podía evitarlo. Con ella todo era más, lo mundano se volvía especial, la comida sabía mejor, el sol era más brillante, los sabores eran más intensos y los besos más dulces. Finalmente la tuvo que dejar ir a calmar al pequeño y él  se metió en la ducha. Estando aún dentro Seher se unió a él  y abrazada a su espalda mientras el agua caía sobre ellos le dijo,

- El de antes fue el rápido…ahora quiero el furioso…

Yaman ni siquiera pudo responder sólo se volvió para poder abrazarla y obedeció a su mujer…después de todo él era un esposo obediente…

Los días transcurrían con tranquilidad dando paso al esplendor de la primavera. Seher salía mucho al jardín con los niños. Habían creado un pequeño parque para Yusuf con un tobogán, un columpio doble y un arenero. Junto a éste  habían colocado una mesa con varias sillas y una gran sombrilla para protegerse del sol. Halil estaba a su lado en su moisés muy ocupado en comerse sus propios puños y los mordedores varios que tenía a su alcance. Según parecía pronto algún dientecillo haría acto de presencia. 

El proyecto de Seher de compilar un recetario seguía adelante y ahora que el pequeño le daba algunos respiros aprovechaba para seguir con su labor. Tenía ante si una caja de galletas danesas de metal bastante antigua. El color azul añil de los bordes estaba gastado por el roce y el tiempo dejando ver el color del latón. En la tapa todavía se distinguía bien el relieve policromado que representaba a dos gatitos retozando en medio de un campo de margaritas. Seher acarició el relieve  con los ojos cerrados y su mente se llenó con el recuerdo del rostro sonriente de su padre. No pudo evitar la lágrima que escapó al pensar en lo orgulloso que estaría de sus dos nietos…pero se consoló pensando que al menos había llegado a conocer a Yusuf y que de alguna forma allá donde estuviese los cuidaba y veía a todos. 

Abrió la lata y empezó a sacar los preciados  trozos de papel que guardaban las recetas de su familia. Al fondo de la caja había una pequeña libreta. Seher no recordaba que contenía y la abrió curiosa. En ella estaban apuntados multitud de nombres con sus números de teléfono. Fue pasando las páginas recreándose en la hermosa letra de su padre cuando un sobre cayó de repente. En el sobre sólo figuraba el nombre de su padre, no había sello ni dato alguno más.  Lo abrió y sacó una pequeña hoja de papel manuscrita que decía;


Si aprecia a su hija, no permita que se case con Yalcin Kirimli,

 Reúnase hoy conmigo a las 16:00 en el café de la Serpiente

 y le mostraré el porqué…


Comentarios

  1. 😲 muy bueno y con intriga para el próximo

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  2. Wooooowwwwww qué bárbara... que capacidad de escritura tienes Laurita... eres una talentosa... 👏👏👏

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  3. Abla, cardíaca me tienes ❤️❤️❤️🥰😘☺️

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  4. Desenfreno, pasión, amor, intriga.... Muy buenooooo ufffff, 😘😘

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  5. Ahhhh... menudo final de capitulo!! Me voy a comer los muñones!!!

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  6. Bueno bueno!!!!! Ya nos tienes en el bote de nuevo!!! Resulta que el calentón nos lo has solucionado pero ahora llega la notita!!!!! Ahh!! Vas a acabar con nosotras!! Me encanta!! Gracias !!!!

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  7. ♥️♥️♥️♥️🔥🔥🔥🔥

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  8. Guaoooo como haces para crear esas escenas de suspenso, ahora empieza la detective Seher a indagar sobre el pasado. Tu como que vas un pasa adelante de la Naz

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  9. Offff y nos dejas con la intriga!!!!

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  10. Mil gracias Laura. Como siempre ¡Wowwwwww! 🤗👍y encima con intriga... Seguimos expectantes su continuación.
    Luisa. 😘

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  11. Precioso,maravilloso, gracias por existir

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  12. Precioso, lo he leído con una sonrisa en los labios de principio a fin. Encantada de saber leer y poder leer cosas como está. Gracias.
    A ver quién escribió la carta.

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  13. Tù si sabes hacernos pasar unos ricos momentos de pasiòn para dejarnos intrigadas por la incògnita presentada. Estarè pendiente de tus historias, y la serìe.. Ufff me como las uñas!!!!

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  14. Lo bueno de tener pendientes un par de capítulos es que he visto resuelto el fin del anterior en este pero de la intriga de la nota, ya no me libro. Genial!!! Me encanta!!!

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  15. Wuau rápido y furioso. Dos en uno, me encanta. Gracias

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  16. Estoy ardiendo y secandome el sudor!

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