NO HAY FLOR SIN ESPINAS ( Capítulo 33)

Capítulo 33

Melodía Infinita

Ella estaba muy fría…demasiado fría. El contraste de su propio calor volcánico aún hacía más patente su heladez. Se quedó parado en mitad de la casita mirando alrededor sin saber cómo hacerla entrar en calor. No había chimenea y aunque hubiese alguna estufa en algún lado tampoco había electricidad. El coche… sí, la llevaría al coche y pondría la calefacción a tope, no podían conducir con lo que hacia allá afuera pero sí arrancar el coche y permanecer en él hasta que el tiempo mejorara. Buscó las llaves del coche en el bolsillo de la chaqueta que había puesto sobre ella y…no estaban. Se debían haber caído fuera…se tragó la rabia al sentir como ella temblaba. Su pequeño cuerpo estaba luchando por generar calor. Aksak la apretó más fuerte contra él y se dirigió a la pequeña habitación de la casita. 

La habitación sólo contaba con una cama doble, armario y dos mesitas de noche. Lo único llamativo era el hermoso cabecero de forja negra que representaba una especie de enredadera con flores. Desafortunadamente la cama no estaba vestida,  sólo había una ligera manta a los pies de ésta. Los temblores de Ezgi estaban disminuyendo …no era una buena noticia su cuerpo se estaba rindiendo al frío …Aksak la apretó más fuerte y ella suspiró y se pegó más a él. Fue entonces cuando él se dio cuenta de que sólo compartiendo su calor piel con piel podría calentarla.

Una vez tomada la decisión la soltó despacio en el suelo sin dejar de sujetarla y con ella entre sus brazos le desabrochó la cremallera del vestido. Le soltó los tirantes de los hombros y tras un pequeño empujón el vestido totalmente empapado cayó al suelo por su peso. Después le bajó las braguitas y Ezgi quedó totalmente desnuda frente a él. Luego de desnudó a si mismo quedando tan expuesto como ella. 

A pesar de la exquisita vista ante si…su preocupación por la salud de ella era más fuerte que su deseo. La sentó en la cama y se agachó frente a ella para quitarle las sandalias. Ezgi se tendió en la cama acurrucándose en posición fetal. Aksak tomó la fina manta que era todo lo que tenían y se reunió con ella en la cama, la abrazó y los tapó a ambos.

Ezgi tenía mucho sueño…era la primera vez en su vida que tenía tanto sueño de hecho. Además se sentía extraña desde hacia un buen rato, no sabía decir cuanto, tenía mucho frío…muchísimo…pero ahora ya no le importaba. Sólo quería dormir dejarse llevar en las olas de este mar en el que se encontraba…

- Ezgi no te duermas…por favor mírame.- le dijo él.

Aksak estaba desesperado, Ezgi  no le respondía…la abrazaba con fuerza pero ella era como un pequeño cubito de hielo. Empezó a frotar el cuerpo de ella mientras le hablaba para mantenerla despierta.

- Pequeña necesito que me hables…te lo ruego. ¿No te atreverás a dejarme sólo verdad? ¡Ezgi!...¡Ezgi!....¡Ezgi!

Ezgi quería dormirse pero Aksak no la dejaba, no dejaba de llamarla. El cuerpo empezaba a dolerle de repente, ¿pero porqué….? A medida que notaba más el dolor como mil agujas clavándose por todo su cuerpo… más clara escuchaba la voz de Aksak…Él parecía preocupado e intentó contestarle.

- Aksak…déjame dormir- susurró Ezgi.

A Aksak lo invadió la euforia, lo estaba consiguiendo…ella estaba volviendo a él. Así que siguió frotándola y haciéndola hablar.

- Ezgi no es hora de dormir, por favor abre tus preciosos ojos y quédate conmigo. Mi pequeña melodía háblame…cuéntame cosas…por ejemplo nunca me has dicho tu apellido…

Los escalofríos habían vuelto a sacudir a Ezgi por lo que Aksak se dio cuenta de que estaba consiguiendo hacerla entrar en calor. El alivio que sentía era tan poderoso que no sabía ni cómo gestionarlo. Ezgi se dio la vuelta en sus brazos y quedó frente a él. Se acurrucó en su cálido pecho y cuando él pensó que volvería a intentar dormirse ella le dijo.

- ¿Por qué quieres saber mi apellido?

- Quiero saberlo todo de ti…

Se produjo un momento de silencio, sólo roto por los truenos que a cada instante sonaban más lejanos, evidenciando que el centro de la tormenta se alejaba de ellos. Dando paso a una lluvia serena contra los cristales.

- Seker… me llamo Ezgi Seker (Melodía Dulce), - dijo ella bajito contra su piel.

- Te va muy bien… de hecho creo que te queda perfecto, aunque el mío también te irá muy  bien…

Ezgi estaba entrando en calor y empezó a ser consciente de su situación, todavía se sentía “rara" y tenía frío…Pero estaba envuelta en sus brazos y en su aroma…por nada del mundo pensaba moverse de ahí. Él era su isla caribeña personal y la disfrutaría cuanto pudiera. Aksak le había preguntado por su nombre…era un tanto poético lo sabía…y motivo de cierta chanza si encima eres pastelera…pero no entendió la respuesta de Aksak. Su nombre significaba cojo…de repente pensó que él tenía un nombre bastante peculiar y su curiosidad aumentó a la par que el sueño desaparecía.

- Aksak…¿es tu nombre o tu apellido?- preguntó curiosa.

Aksak sonrió en la oscuridad …su pequeña bomba rubia ya casi no temblaba y su piel empezaba a estar cálida de nuevo. Además había conseguido despertar su curiosidad.

- Ninguno de los dos… bombón.- contestó Aksak.

Ezgi levantó la cabeza de su pecho intentando mirarlo a la cara, la oscuridad sólo le permitía una vislumbre de ese rostro que tan bien conocía pero no suficiente para verlo con claridad.

- ¿Me vas a explicar eso  verdad?

- Vaya eres bastante curiosa…¿de verdad quieres saberlo?

- Claro que quiero…tú ya sabes el mío…

- ¿Sólo por eso quieres saberlo?

- No….

- ¿Entonces…?

- Yo…también quiero saberlo todo de ti...

Un silencio expectante siguió a esa afirmación. La mente de Aksak voló, él creía que después de la frialdad con la que siempre la había tratado le iba a costar este mundo y parte del otro hacerla entender que él era su hombre y punto. Desde el segundo en el que se dio cuenta de que ella no estaba a su lado y que algo podría pasarle un chip se activo en su interior. Este chip tenía poco que ver con su atracción física por ella, y Dios era testigo de que esa atracción lo estaba matando, y sí mucho con una necesidad tan fuerte de mantenerla a salvo y a su lado que le cortaba la respiración. Su imaginación comenzó a  volar, ahora que la tenía entre sus brazos, la vio vestida de novia, cocinando, paseando con él por la playa, riendo juntos, embarazada….

Ezgi esperó y esperó que él dijese algo pero su respuesta no llegaba…sintió un pinchazo agudo en el corazón y se dijo, *Bravo Ezgi, el hombre no sabe ni que contestar para no avergonzarte*. De repente se hizo consciente de su situación abrazados en la misma cama y desnudos…

Ella empezó a retirarse de su abrazo y Aksak automáticamente la sujetó y la apretó aún más fuerte contra su pecho. 

- No…., no te preocupes. Yo…¿ podrías hacer cómo que no dije nada…por favor…?dijo Ezgi contra su pecho.

Todo el cuerpo de Aksak se puso en tensión. *¿Ella se había arrepentido? ¿No estaba interesada?...Ni de coña…*, pensó,

- ¿ Se puede saber de que estás hablando pequeña?...

- Yo…tú no me has respondido…no quiero ponerte en una situación difícil…lamento …

Aksak la besó cortando su flujo de disculpas inútiles. Él se disculparía…luego…por haberse quedado fantaseando despierto sin contestarle. 

Ella sabía mejor de lo que olía, superaba todas sus fantasías. Las caricias que antes le prodigaba para darle calor ahora habían cambiado pero para abrasarlos a ambos. Durante uno minuto Ezgi se dejó besar y acariciar sin participar, se dejó llevar por las sensaciones aún sin comprender todavia que pasaba. Después en un arrebato de auto protección separó sus labios de los de Aksak y preguntó,

- Aksak…¿ porqué?

- Pequeña yo no sólo quiero que quieras saber todo de mí…quiero que también lo quieras todo…

- No te entiendo…¿Qué quieres decir?, preguntó Ezgi confusa.

- Es sencillo mi pequeño bombón…te quiero…para siempre…¿ entendido?

El corazón de Ezgi latía a todo vapor, mil palabras hermosas y románticas acudieron a su cabeza más no consiguió articular ni una sola. Ahora era él quien esperaba su respuesta y ella sólo pudo tomar su cara, acercar su boca a la suya y suspirar un “Sí" sobre sus labios.

Aksak devoró a su chica…porque ella era su chica. Tan pronto salieran de allí le pondría un anillo en el dedo y no la perdería de vista nunca más. Los besos abandonaron sus labios para empezar a descender por su garganta. Él nunca tendría suficiente de esa blanca piel. Cuando llegó a sus senos contuvo la respiración, sus pechos eran magníficos llenaban sus grandes manos a la perfección y deseó que hubiese luz para contemplar los duros brotes y saber si había adivinado su color, pero por el momento se conformaría con su tacto y su sabor. 

Ezgi se retorcía frenética bajo su toque y cuando llevó una mano a su centro la descubrió húmeda y lista para él. Aksak adoraba los preliminares del sexo y se recreaba en ellos tanto tiempo cómo podía pero con Ezgi se descubrió necesitando estar dentro de ella…y ¡ya!. Esta llamada de propiedad era nueva para él, que jamás deseo poseer a ninguna mujer más allá de una noche. Pero esta era su mujer y nadie más volvería a tocarla sólo él. Cuando la penetró no se dio cuenta hasta ya estar muy dentro de ella que él era su primer amante…Se quedó muy quieto en su interior y sus ojos buscaron los de ella…maldijo de nuevo la oscuridad que no le permitía verla y llevó las manos a sus mejillas. Encontró lágrimas en ellas y le susurró,

- Pequeña …¿ porqué no me lo dijiste? ¿ te he lastimado mucho?... lo siento tanto…

Aksak dejó caer su frente sobre la de ella, las manos de Ezgi abandonaron la espalda a la que se sujetaban para ir a su cara y le dijo.

- Estoy bien…sólo dolió un poco…lo esperaba…pero… ¿ esto es todo?, - terminó  por preguntar dubitativa. 

Por algún motivo el comentario de Ezgi le hizo gracia a Aksak que empezó a sacudirse por las carcajadas. Con sus cuerpos tan intímamente unidos, el movimiento provocó una serie imposible de sensaciones en ella que la hicieron jadear. Aksak controlando poco a poco la risa acercó su boca al oído de ella y le dijo,

- No cariño…no es todo…de hecho acabamos de empezar…

Dicho esto, comenzó a mecerse en el interior de ella cada vez con más rapidez, arrancando más y más gemidos de Ezgi hasta que ambos subieron al cielo con una explosión de placer.

Más tarde abrazados y somnolientos, Aksak le dijo a Ezgi,

- Me ha encantado escuchar tu dulce melodía...es más quiero escucharla antes de dormir todas las noches de mi vida…y algunos días- la provocó jugando con su nombre a propósito de sus suspiros.

Ezgi correspondió la broma con un mordisco jugueton en su pecho y recordó algo..

- Todavía no me has dicho tu nombre…y creo que sería conveniente...¿no crees? 

Aksak le besó la cabeza y  le dijo,

- Aksak es el apodo de mi padre y yo como su único hijo lo he heredado y todo el mundo me llama así…pero mi nombre real es…Rüzgar Sonsuz…( Viento infinito). Así pues cuando seas mi mujer te llamaras Ezgi Sonsuz (Melodía infinita)…¿Qué te parece bombón?

- El nombre esta bien…ya estoy acostumbrada a la poesía…pero espero que esto no sea una declaración…

- No te preocupes cariño esto no es una declaración …bueno sí pero no la oficial…la buena será tan poética como nuestros nombres.