SABOR A TI

 



SABOR A TI

Estaba terriblemente aburrido e irritado. Volvió a mirar su reloj y decidió que en quince minutos se marchaba. Después de todo la presentación del nuevo proyecto inmobiliario ya se había hecho y ahora los invitados charlaban y disfrutaban del coctel. Nedim tendría que conformarse con eso…era el primer evento oficial al que asistía desde el …“incidente” y sólo porque su socio le dijo muy serio que o iba  o él dimitía.

Volvía a mirar el reloj rayando la impaciencia…* Cinco minutos más…*cuando una mujer de mediana edad  muy rubia y de rasgos amables se le acercó algo nerviosa.

- Buen día  Yaman Bay, disculpe la molestia…pero no he podido evitar acercarme a usted para darle las gracias por confiar en nosotros.

Yaman la contempló unos segundos un tanto desubicado, odiaba que eso le pasase…repasó mentalmente a todos los invitados involucrados en el proyecto y no consiguió ni siquiera intuir quien era ella.

- Disculpe, ¿usted es…?

- Ohh sí le ruego me perdone siempre he tratado con Nedim Bay, mi nombre es Mavi Bursin y soy la dueña de la empresa de catering que esta sirviendo el coctel de hoy. Quería agradecerle que haya elegido nuestra pequeña empresa para su evento.

Yaman con un gesto de cabeza aceptó el agradecimiento. No había probado bocado, a decir verdad, por lo que no podía decir  mucho de su satisfacción por la comida. Justo en ese instante un camarero se les acercó ofreciéndoles unas pequeñas cucharitas hechas de pan rellenas, se entendía que era un aperitivo de un bocado. Desprendían un olor delicioso y Yaman se sorprendió deseando probar aquella comida pues era la primera vez desde hacía más de un año que algo despertaba sus sentidos. En este caso el olfato…el resto de ellos estaban perdidos en la bruma, desdibujados y somnolientos apenas un asomo de lo que eran cuando ella estaba allí.

- Ohhh por favor Yaman bay tiene que probar estos, son el aperitivo estrella de nuestro catering…

Yaman tomó uno de ellos y se lo llevó a la boca, tan pronto tocó su lengua el sabor lo envolvió…su interior helado durante lo que le parecía ya una eternidad se entibió al amparo de ese sabor…Su cara debió expresar su sorpresa, pues la mujer le sonrió satisfecha sabedora de lo que estaba experimentando.

- Increíble ¿verdad?, nuestras delicias de berenjena gratinada son nuestro aperitivo más exitoso…y por lo que veo le gustan…¿me equivoco?

Yaman terminó de tragar e intentó refrenar su desbocado corazón…era sólo que no podía ser…pero era….Necesitaba más información así que dijo con un nudo en la garganta.

- Delicioso…sí…¿Quién lo cocina…usted?

- Muchas gracias pero  no, no lo cocino yo. Mis dotes culinarias son desastrosas, me temo que sólo sirvo para comer y organizar. Es mi socia quien hace esta magia con sus manos.

- ¿Su socia…?¿ Esta también aquí?...esto… me gustaría felicitarla por su gran talento.

- Ohhh es muy amable por su parte, pero me temo que ella no esta aquí. La pobre enviudó hace como un año y no asiste a actos sociales. Amaba mucho a su esposo, creo que aún lo ama de hecho…toda su vida es su pequeño y el trabajo…

Yaman quería saber más, pero un camarero se acercó a la mujer interrumpiéndola y se la llevó para solucionar algo referente al servicio.

Montado en la parte trasera de su coche Yaman acariciaba una y otra vez la tarjeta de visita entre sus dedos… era el día después del coctel y ya tenía toda la información…Con esfuerzo se decía una y otra vez que no se hiciese ilusiones, podía estar equivocado. Pero no podía evitarlo...la esperanza nuevamente había arraigado en él. La esperanza de encontrarlos y poder contarle toda la verdad. Había sido un estúpido…no confió en ella…otra vez. La había llevado hasta el limite y la había hecho enloquecer…Le costó entender esta realidad y ver su egoísmo…como siempre el había sido demasiado brutal, podía haber presentado la mentira de forma más suave, podría haber justificado un accidente, podría haberse disculpado…podría haber hecho muchas cosas para proteger a su hermano…y en medio de su pánico eligió mal.

Sintió nuevamente sus lágrimas aquel día…brotaban sin parar mientras lo sujetaba, bañando sus mejillas y cayendo sobre las suyas. Después del disparo él se quedó sólo, pensó que la había perdido para siempre y quiso dejarse ir…Pero entonces ella volvió…sintió sus manos y sus lágrimas y oyó su voz. Repetía una y otra vez “ Lo siento amor mío…aguanta por favor", él quería contestarle pero no podía tras esto oscuridad…y luego despertó en el hospital y ella no estaba. 

Al principio no la buscó se merecía no tenerla, se merecía perderla. Comprendió lo injusto de la jaula de oro en la que la quiso encerrar…sólo porque él no podía vivir sin ella la quiso condenar a vivir con el que ella creía el asesino de su hermana y de la madre de su sobrino. Un asesino que no se arrepentía…la puso entre dos amores…el amor a su marido y el amor a su familia. No fue justo…cuantas veces la volvió loca desde que la había conocido...pensó que  ahora sabía mejor que era el amor…Y quiso dejarla libre…porque la amaba más que a si mismo.

Pasaron los meses y un día la situación cambio…así sin más…todo cambia en un segundo. Ziya había mejorado de forma increíble, su hermano mayor con la nueva medicación bien pautada era un hombre normal. Eso había renovado su rabia contra la que fue su mujer por los años que le había robado a su hermano. El propio Ziya quiso acudir a un psiquiatra para despejar lagunas mentales que lo atormentaban. Un día volvió muy afectado y le contó como tras una sesión de hipnosis había recordado como presenció la muerte de Kevser a manos de Ikbal…desde aquel día la buscó con todos los medios a su alcance…porque Seher se merecía saber la verdad.

Seher sacó del horno la última tanda de galletas de vanilimon y la dejó sobre el  mostrador para que se enfriasen. Se pasó el dorso de la mano por la sudorosa frente y miró de reojo el reloj de la trastienda… tenía aún  dos horas por delante antes de ir a recoger a Yusuf del colegio. Hoy era el último día de clase antes de las vacaciones de verano. Hacía un calor ya veraniego y por la tarde había prometido llevar a su hijo a la playa para celebrar el fin de curso.

Abrió la ventana y la brisa del mar la refrescó. Miró la hermosa vista al mar que desde allí se disfrutaba y se volvió a alegrar por haber elegido esta localidad turística costera para asentarse. Era lo bastante pequeña para ser acogedora y lo bastante bulliciosa para pasar desapercibida…la habían recibido muy bien. Cuando llegó y alquiló la casa ésta estaba en un estado bastante lamentable pero se enamoró al instante. Se encontraba en una calle empedrada en el centro del casco antiguo. La fachada cubierta con una inmensa buganvilla fucsia era hermosa. Tenía dos plantas la de abajo en su día había sido una modesta cafetería, con una cocina en la trastienda, la parte superior era un pequeño apartamento con dos habitaciones perfectos para ella y Yusuf. También tenía un pequeño jardín que miraba al mar en la parte trasera en el que se alzaba un hermoso limonero. Ella sintió que ese podía ser su nuevo hogar, su nuevo comienzo…

Trabajó duro para ponerlo todo a su gusto y definitivamente había funcionado el lugar era encantador y pronto tuvo mucha clientela. Se presentó a si misma como Seher Yilmaz (Amanecer Valiente) le pareció apropiado primero por ser uno de los apellidos más comunes de Turquía y también para darse ánimos. Para Yusuf utilizó su segundo nombre Yalcin, y el niño lo vio como un juego, encantado de usar el nombre de su padre. Así Seher se convirtió a ojos de sus nuevos vecinos en una joven viuda con un niño, que intentaba rehacer su vida.

Intententaba no pensar en él, pero era imposible. Creyó que alejarse de Yaman sería un bálsamo para su roto corazón, pero este seguía sangrando y también seguía latiendo por él, siempre por él. Aquel horrible día le había disparado, aún no comprendía como había sido capaz. Su mente agotada y nublada no había dado más de si y había apretado el gatillo. Ella no disparó contra él… disparó contra sus palabras, contra sus mentiras, contra su ira…luego cuando lo vio en el suelo entró  en un estado de irrealidad…Fue a por Yusuf y lo alejó del horror dejándolo al cuidado de una anciana pastora…para volver sobre sus pasos a él. A medida que volvía lloraba y rezaba porque no podía, a pesar de todo, vivir en un mundo dónde no estuviese él. Cuando por fin estuvo de vuelta a su lado vio la herida en el hombro y buscó frenéticamente su teléfono para pedir ayuda. Nedim llegó poco después con los médicos y cuando le dijeron que su vida  no corría peligro pudo volver a respirar, besó su frente y se marchó.

Ahora el trabajo y Yusuf eran todo su mundo. Trabajaba sin descanso hasta caer agotada en la noche en un intento de dormir sin sueños. Pero él la visitaba de noche… la acariciaba y le decía que la amaba. La abrazaba tan fuerte que ella sentía su olor y su calor de nuevo para después despertar a la realidad y vuelta a empezar. Él se había convertido en su sueño y como todo en los sueños a la luz del día aparecía la cruel realidad para recordarle todo lo imposible.

Yaman miraba el cartel de la puerta de la encantadora cafetería y la tarjeta en sus manos … “Estrella del norte". Había encontrado el lugar… ahora se encontraba de pie frente a la puerta y se sentía paralizado. Escuchaba el zumbido de su propio corazón en los oídos amortiguando todo estimulo externo…Si Seher estaba ahí dentro…su mundo volvería a girar hoy y él no iba a dejar de luchar para formar parte de él.

La campanita de la puerta sonó avisando a Seher de que un cliente había entrado. Rápidamente se quito el delantal sucio y se soltó el cabello deshaciendo el moño despeinado que se había hecho un rato antes para aliviar el calor. Revisó rápidamente su aspecto en un viejo espejo que tenía en la cocina y quedó más o menos satisfecha.  El vestido turquesa favorecía su tono de piel y combinaba con sus ojos. Era un modelo bastante juvenil con un escote más amplio de lo que  solía usar y también más corto. Ella no lo hubiese elegido pero Yusuf iba con ella ese día de compras y cuando lo vio insistió en que se lo probara porque le había gustado mucho. No pudo negarse a su entusiasmo y se lo quedó…

- Buenas tardes, bienvenido a …

Las palabras murieron en los labios cuando vio a la persona parada en mitad del salón de té. No podía ser real…era imposible. Este era uno de sus sueños, sin duda estaba dormida…porque era imposible que él estuviese allí. Su marido no estaba en mitad de su pequeña cafetería imponente en toda su altura con su traje de chaqueta azul marino y camiseta negra. Yaman la miraba intensamente pero no con odio sino con un infinito amor y deseo destilando de sus negros ojos. Esto la convenció de que era un sueño, el Yaman real la miraría con odio después de lo que ella hizo…no con amor.

Comenzó a caminar hacía él muy despacio temerosa de que el sueño acabase y cuando llegó a él levantó su mano para llevarla al lugar del hombro donde la bala impactó. Sintió el cuerpo cálido de él bajo sus dedos y respiró su olor. Yaman no hablaba pero muy despacio cogió su mano de donde ella la había puesto y la puso sobre su corazón mientras le susurraba muy bajito.

- No estas ahí, sino aquí…

Los rítmicos golpes del corazón de Yaman y su voz sacaron a Seher de su trance y ella quiso apartarse de él….

Yaman no lo permitió…la rodeó por la cintura con su brazo y la apretó contra su pecho abrazándola con delicadeza pero con tal determinación que ni un ejercito entero hubiese podido arrebatarla de sus brazos. En su cabeza dio gracias a Dios, por haberlo vuelto a dejar respirar.

Tras unos instantes abrazados sin decir nada, aflojó su agarre para poder mirarla a la cara. Los inmensos ojos de Seher lo miraron anegados en lágrimas, en su cabeza se atropellaron las palabras sin saber en que orden colocarlas para decirle que lo sentía, que la había engañado, que él no era el asesino de Kevser. Quería decirle que había tenido razón desde el principio y que Ikbal había sido la causante de ese dolor …que él se había equivocado…y mucho y quería otra oportunidad. La última oportunidad…pero perdido en sus ojos verdes sólo pudo decir.

- Seher…te amo…

Sintió al pequeño cuerpo entre sus brazos contener la respiración para luego  soltar en aire en un acto de rendición, entonces sin apartar sus ojos ella susurró. 

- Yo también te amo…

La boca de Yaman cayó sobre la de ella deleitándose en las dulces palabras que se acababan de pronunciar. El beso creció en intensidad, quiso ser delicado para no asustarla y fracasó. Llevaba toda una vida deseándola y una eternidad deseando besarla así...

Ella correspondía sus besos y se dio cuenta entonces de que ella lo amaba tanto… que a pesar de los pesares se entregaba a él. Su amor por él había superado incluso la lealtad fraternal …esto la hizo amarla más. Paró entonces su beso y apoyó su frente en la de ella luchando por controlar su emoción, ella necesitaba saber…

- Cariño, tengo algo que decirte…yo…yo no maté a Kevser…Ikbal lo hizo…yo creía que Ziya había…pero me equivoque…y lo siento….

- ¿Qué has dicho?...¿Es esto un nuevo juego?

- ¡No! Te juro que no…Ziya me lo contó…no lo sabes pero descubrí que Ikbal le había estado cambiando la medicación trastornándolo, por eso lo creí capaz de tal aberración…ahora mi hermano es un hombre normal…si lo vieras…hace seis meses en una sesión de hipnosis lo recordó todo… y desde entonces te busco…merecías saber la verdad…

La verdad penetró en la mente de Seher dando luz a los recuerdos oscuros, ahora entendía todo. El alivio fue abrumador…sabía que debería estar enfadada con él …pero habían sufrido bastante…La alarma del móvil de Seher sonó ruidosamente. Ella se desprendió de los brazos de su marido y se acercó a la barra donde tenía su teléfono y la apagó. Se colgó el bolso bajo la mirada interrogante de Yaman que obviamente esperaba una reacción por parte de ella a su declaración. 

Ella fue a hacia la puerta con las llaves en la mano y al llegar a ésta le tendió la otra. Yaman sin mediar palabra se acercó y tomó su mano, sólo entonces preguntó confuso.

- ¿Dónde vamos?

Seher sonrió dulcemente y se puso de puntillas para besarlo rápidamente en los labios.

- A buscar a Yusuf al colegio…no podemos llegar tarde.

Ocho meses después…

Seher contemplaba  a Yaman y Yusuf montar a caballo. Esta era la nueva afición favorita de ambos. Desde que compraron la finca se habían esmerado en reunir un buen conjunto de animales. Poco después de su reencuentro Yaman la había sorprendido al contarle que había comprado una finca en el pueblo costero y que había vendido la mansión de Estambul. La finca era todo lo que habían soñado y más su pedazo de paraíso en el mundo. 

Yaman había delegado parte de sus labores en Nedim haciéndolo socio de la empresa y la cara visible de ésta en Estambul. Él trabajaba desde casa y había comenzado en la finca un negocio de vivero y plantas junto a Ziya. Ella por su parte había continuado con su cafetería y empresa de catering poniendo al frente a su socia Mavi, que dicho sea de paso, venía últimamente mucho a la finca y pasaba mucho tiempo con Ziya…

Yusuf estaba eufórico con la nueva vida en la finca aunque seguía insistiendo en que de mayor seria capitán de barco…

Sentada en el sofá del jardín vio a su marido acercarse a ella, estaba increíble con los vaqueros y la camisa de cuadros. La boca se le hizo agua y comprendió que eso la había llevado a su situación actual. Yaman llegó, se sentó a su lado y la besó largamente, después bajó la cabeza y besó su abultada barriga. Los mellizos parecieron sentirlo y se movieron dándole la bienvenida a su padre. Pronto los “invitados" con los que una vez soñaron harían su aparición. 

Los dos acurrucados en el sofá miraron juntos el atardecer de otro hermoso día y entonces Seher dijo,

- Hay algo que nunca te he preguntado, ¿Cómo supiste que yo había cocinado esos canapés?

Yaman miró a su esposa con una sonrisa y volvió a besarla…

- Porque tenían…sabor a ti….


Este relato esta dedicado a mi amiga Rosario, mi domadora de dragones del norte.  Espero que lo disfrutes tanto cómo disfrutamos nuestras travesuras. I LOVE YOU


Comentarios

  1. Y yo a tí, compañera de aventuras.😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘. Muchas gracias.

    ResponderEliminar
  2. Ahhhh... Que buenoooooo me merece salir tarde de trabajar (bueno se suponía que estoy trabajando), te nombro a ti también oráculo.. que se haga tu voluntad. Y que la temporada de Emanet sea así, punto por punto.... Que arteeeee. 😍😍😍😍😍😍😍

    ResponderEliminar
  3. Cada dia los extrañamos mas esperando volver a verlos y asi con sus relatos hermosos se nos hace menos la espera de la historia de pasion de ambos mucha fuerza chicas

    ResponderEliminar
  4. Excelente!!!!! Logras que me transporte al lugar y hasta siento los olores!!!

    ResponderEliminar
  5. Precioso, como todo lo que escribes❤️❤️

    ResponderEliminar
  6. 👏👏👏👏😉👏👏👏👏👏👏👏👏😘😘😘😘😘😘😘😘😍😍😍😍😍😍

    ResponderEliminar
  7. Me encantó, felicitaciones.👏👏👏

    ResponderEliminar
  8. Bellísimo relato, que lindo sería verlo tal cual transmitido el 06/09/21. FELICITAONES ,🇻🇪🇨🇴💞

    ResponderEliminar
  9. ¡Precioso! Gracias a ti 🥰🥰🥰

    ResponderEliminar
  10. EXTTAORDINARIO 👏👏👏👏👏

    ResponderEliminar
  11. Me encanto ! Vas a continuarlo? O tal vez una nueva edición como la anterior ?♥️♥️♥️♥️

    ResponderEliminar
  12. 👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏

    ResponderEliminar
  13. ME ENCANTO COMO TODO LO QUE ESCRIBES, GRACIAS Y MIL GRACIAS Y BENDICIONES

    ResponderEliminar
  14. La madre que te parió,Laura! Me encanta! Ojalá algo de eso fuera en la serie. Sen seviyorum! 😘 🤗

    ResponderEliminar
  15. Cada dia nos haces ilusionarnos mas, con un poco de suerte lo lee Naz y nos hace el primer capitulo asi, muchas gracias

    ResponderEliminar
  16. Muy lindo relato. La Naz debería tomar consejo. Felicitaciones👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏🇻🇪🇨🇴💞

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

LA CHICA DE LOS OJOS VERDES (Epílogo)

EL RATONCITO (Capítulo 6)

EL RATONCITO ( Capítulo 1)