LA CHICA DE LOS OJOS VERDES (Quinta parte)





La chica de los ojos verdes (Quinta parte)

No podía dejar de mirarla…intentaba concentrarse en su plato, pero le daba tres vueltas al trozo de pepino y sus ojos volvían a buscarla. Ella no lo miraba, se centraba totalmente en Yusuf ayudándole con el uso del cuchillo…pero ella “sabía” que él la  miraba…ya que sus sonrojadas mejillas la delataban.

 Después de que Seher saliese de su habitación para arreglarse y bajar a desayunar, Yaman sintió que el dormitorio parecía más grande y lúgubre sin ella. Era como si acabara de ponerse una nube frente al sol que hacía tan sólo unos instantes lo iluminaba todo, llenándolo de luz y calor. Sobre todo a él…

Se sacudió estos sentimientos, en un intento de recobrar sus sentidos y su normalidad. Está bien, se dijo, la chica le gustaba…y mucho. Ella había reconocido que él también le gustaba…se podía decir que era una buena continuación a un empiece …accidentado. Ella al menos no había salido corriendo como en su primer encuentro, bueno lo había intentado pero luego dijo sí... Cierta inquietud comenzó a hormiguear en Yaman, otro sentimiento desconocido que únicamente cedería con tenerla de vuelta ante sus ojos. Entró rápidamente en la ducha y se vistió  a continuación con unos vaqueros azules gastados y una camiseta verde. Con el pelo aún mojado y algo revuelto llegó al comedor para el desayuno. Allí estaban  ya su hermano y su sobrino pero ella no. El corazón de Yaman se saltó un latido, ella se había ido…dijo que desayunarían juntos pero se había marchado. 

Justo cuando su cerebro empezaba a maquinar una forma de traerla de vuelta se abrió la puerta de la cocina y apareció ella…el pelo muy rizado y como él, todavía algo húmedo. Llevaba un  vestido verde, un verde muy similar al de su camiseta. No tenía tirantes y se ceñía a su pecho y abdomen para luego caer hasta los tobillos. Dos aberturas en los laterales dejaban entrever sus piernas al caminar realzadas por unas altas sandalias de esparto rojas anudadas a su tobillo. Estaba preciosa y el gran y siempre dueño de si mismo Yaman Kirimli sólo pudo decir,

- ¿Parece que vamos a juego?

Seher lo miró a los ojos para luego hacer un rápido pero concienzudo estudio de su cuerpo, hasta ahora siempre lo había visto vestido de traje y el cambio era…mortal de necesidad. Si de traje hacía que no pudieses apartar los ojos de él, con esos vaqueros, con esa camiseta….y el pelo revuelto…estaba para comérselo en lugar de  la tortilla que traía en las manos. Parecía más joven y despreocupado…un hombre normal, con un trabajo y una vida normal. No el Yaman Kirimli del cual dependía toda su familia y miles de familias gracias a los empleos que proporcionaba su empresa.

Quizás en él vivían ambos mundos, el normal y el extraordinario…pero aun rodeado de gente supo que él estaba muy sólo…demasiado sólo. Entonces Seher recordó las suplicas susurradas la noche antes. La angustia de su pesadilla…y sobre todo recordó como deseó protegerlo y apaciguarlo…El silencio se hizo, algo más largo de lo necesario para contestar su extraña pregunta. “¿Parece que vamos a juego?” le había preguntado él…una sonrisa se formó en sus labios y mirándolo de vuelta a sus negros ojos respondió.

- Eso parece…¿verdad?...aunque quizás las apariencias engañan…

Ella pasó por su lado de camino a su silla junto a Yusuf. Al pasar a su lado Yaman alzó un poco la mano, lo justo para rozar su brazo fugazmente en el momento de cruzarse…la descarga de energía casi fue visible sorprendiéndolos a ambos. Seher muy sonrojada se sentó y ya no lo miró mientras que él tomó su lugar en la mesa.

Yaman quería volver a tocarla…pero sólo podía conformarse con mirarla. Su hermano le hablaba de las nuevas plantas que vendría hoy para completar los jardines de verano. Montones de flores de mil colores que hacían que su jardín fuese el más hermoso del vecindario. Su hermano estaba mucho mejor, después de la muerte de su hermano Yalcin  en aquel accidente de tráfico había sufrido una recaída en su trastorno bipolar. Se deprimió y dejó de tomar los medicamentos. Pero desde hacia cinco meses tenía un nuevo psiquiatra y un nuevo tratamiento que lo estaban convirtiendo en un hombre totalmente normal. 

Había sido un año terrible desde la muerte de Yalcin, a la pena de haber perdido a su hermano, que era a la vez su mejor amigo, se había unido la recaída de Ziya y la depresión de su cuñada. Ella no quería vivir y todos los intentos de ayudarla habían sido en vano. En medio de todo esto el pequeño Yusuf, perdió a su padre, a su madre, a su tío Ziya y su tío Yaman roto como nunca no era capaz de llegar a todos lados…

De repente un movimiento a su lado lo sacó de sus pensamientos, unos pensamientos que estaban tomando un camino oscuro. Alguien puso en su plato junto a su mareado pepino un trozo de tortilla humeante que desprendía un maravilloso olor. Seher estaba a su lado y su mirada denotaba preocupación.

- Creo que deberías tomar algo más que vegetales… un poco de proteína te ayudará a empezar y llevar con energía el día de trabajo en la oficina.

Yaman miró a la chica de ojos verdes maravillado…Trató de recordar la última vez que alguien se había preocupado por su dieta… o por él…y la respuesta fue nunca. Él era quien se preocupaba por los demás no el que recibía los cuidados. Sin saber que decir siguió mirándola mientras ella lo miraba. Hasta que una tosecilla los sacó de su hechizo.

- Señor Yaman el chofer lo esta esperando fuera. – Informó Cenger el mayordomo.

Yaman sin dejar de mirarla, contestó a Cenger.

- Dile al chofer que hoy no lo voy a necesitar, trabajare desde casa.

Seher volvió junto a Yusuf seguida por la mirada de él. Ciertamente tenía mucho trabajo en casa…quizás el trabajo más importante de su vida. Tenía que convencer a su chica de los ojos verdes de que era su chica…y de que sí que iban a juego…no eran apariencias, era el destino un destino que él no pensaba dejar escapar.

Después del desayuno Seher reunió sus dispersos pensamientos y se concentró en su hermana y en su sobrino. Jugó con Yusuf, le dio de comer, escuchó sus historias infantiles y lo vio feliz cuando juntos se ocuparon de su madre. Una buena parte del día la habían pasado junto a ella, con las ventanas abiertas de par en par para dejar entra la luz y el viento en su habitación. Seher vistió a su hermana, fuera pijamas todo el día y mientras le cepillaba el cabello le había contado todo sobre su familia y su vida actual. Poniéndola al día de todo lo que no había conocido por la pelea con su padre y repitiéndole una y otra vez cuanto la quería éste y cuantas ganas tenía de volver a verla. Kevser no habló pero tampoco se durmió…y estaba segura de que la estaba escuchando y entendiendo todo lo que ella le decía. 

Cuando cayó la noche acostó a su sobrino y pidió a Cenger que le llamara un taxi para volver a casa. Al salir de la habitación de invitados su mirada quedó clavada en la puerta de la habitación de Yaman. No lo había visto en todo el día incluso había almorzado y cenado en su despacho. Varios hombres trajeados habían desfilado por la casa con prisas y caras de preocupación, lo que la hizo pensar que había habido algún tipo de crisis laboral. Se acercó a la puerta con intención de despedirse, después de todo ella era una mujer educada, pero su llamada no obtuvo respuesta y se marchó sin cumplir el objetivo. Ya en el hall de entrada Cenger la informó de que su transporte la esperaba en la puerta.

La sorpresa de Seher fue mayúscula cuando vio el gran coche negro, se acercó para decirle al chofer de Yaman que no eran necesarios sus servicios que tomaría un taxi cuando la ventanilla bajó y el mismo Yaman  al volante le dijo.

- Sube al coche…¿de verdad pesabas que permitiría a alguien más llevarte a casa?

Sorpresa, alegría, vergüenza…pero sobre todo alivio recorrieron a Seher cuando lo vio. Lo había extrañado y se había preocupado por él, al intuir los problemas…

- No es necesario que me lleves tú…puedo tomar un taxi…debes estar agotado llevas trabajando todo el día sin parar…

- Sube al coche Seher, esto no es negociable, además…tú eres mi descanso…

Seher subió al coche si poner más objeciones, y Yaman emprendió el camino a su casa sin ni siquiera pedir la dirección... ¿Él la había investigado entonces? ¿O quizás  la sabía por su hermana..? Se mantuvieron en silencio todo el trayecto pero cuando estaban a dos calles de su casa Seher le pidió que parara.

- Todavía falta para tu casa, ¿porqué quieres que pare aquí? 

- Esto…es difícil aparcar en mi calle…desde aquí llego en un momento y tu puedes volver ya a la mansión, estas cansado.

- No estoy cansado, pero está bien… si es difícil aparcar dejamos el coche aquí y vamos caminando.

Según dijo esto bajó del coche rodeándolo para ir a abrirle la puerta a ella y dejándola sin opciones de replicar. La realidad era que Yaman había olvidado como era vivir en un vecindario. Si una chica aparecía en un enorme cochazo sola con un hombre sin estar prometida se convertía automáticamente en el centro de todos los corrillos y chismes de las marujas del vecindario. Su reputación como poco quedaba hecha jirones a expensas de un rápido matrimonio para reconstruirla. Dos personas caminando llamarían menos la atención, pensó esperanzada…Pero sus esperanzas murieron cuando se vio fuera del coche junto a él…A pesar de su ropa informal Yaman era impresionante y atraía todas las miradas, en especial las femeninas …y había muchas mujeres en su barrio.

Yaman se dio cuenta de que ella estaba incomoda, pensó que se debía al hecho de que su padre quizás no vería bien que estuviesen juntos. Después de todo no vio con buenos ojos a Yalcin para Kevser…pero él era diferente a su hermano. Puede que llegara a oídos de el Señor Yusuf que su hermano era algo mujeriego e informal pero a él jamás lo habían visto con una mujer, sus aventuras siempre habían sido esporádicas y discretas y no muy numerosas. A favor de su hermano diría que desde que conoció a Kevser jamás miró a otra…Cuando un Kirimli se enamoraba todas las demás mujeres desaparecían y su amor se volvía único y permanente. Miró a su chica pensado en cómo explicarle esto y que ella era ya “su chica"… cuando de repente Seher se paró en seco miró a su alrededor lo tomó de la mano y tiró de él hacia un callejón oscuro entre dos casas. 

Yaman aunque sorprendido se dejó arrastrar por ella y acabó contra una pared con ella pegada a su torso tratando de ocultarse tras una gran maceta con un jazmín. No perdió la oportunidad y abrazó a Seher pegándola completamente a su cuerpo. Luego le preguntó,

- ¿Qué sucede? No me quejo…pero…¿porqué nos escondemos? ¿es por tu padre?

Seher lo mandó callar con un siseo y puso la mano sobre su boca para evitar que volviera a hablar mientras seguía vigilando la entrada del callejón. Finalmente dos mujeres ya maduras pasaron cogidas del brazo charlando animadamente. Yaman entendió que estas eran las personas que ella quería evitar. Aún entendiéndolo todo de repente le preguntó porqué evitaba a esas dos mujeres.

- No lo entiendes…si nos hubiesen visto caminando juntos te hubiesen obligado a casarte conmigo en menos de dos semanas. Son dos casamenteras letales y sus lenguas tan afiladas como un bisturí.

- Bueno…tampoco creo que eso sea tan grave.

Seher miró a Yaman confusa, él  no lo comprendía llevaba demasiado tiempo alejado de ese mundo. No tenía tiempo de convencerlo tampoco, tenían que salir de ahí porque de seguro alguien les contaría a las hermanas hurracas que los habían visto e irían en su busca. A ella hacia años le buscaban marido y hábilmente había conseguido esquivarlas…si la pillaban con Yaman…nada las detendría.

- Vamos…, dijo Seher obviando su último comentario.

Él no se movía y entonces ella se hizo consciente de su postura, abrazados en medio de un callejón en penumbra al abrigo de un jazmín. Seher se intentó apartar de Yaman  avergonzada…no sabía que pasaba cuando estaba con él que siempre acababa entre sus brazos sin darse cuenta. Se quiso separar de él pero las manos de Yaman la apresaron con más fuerza y le preguntó.

- ¿ Tan malo sería que te obligaran a casarte conmigo?

Seher estaba confusa…Y le contestó.

- Te obligarían a ti, ¿ no lo entiendes?

- ¿ Y si no me obligan?

- Ohhh créeme te obligarían...

- No me entiendes…¿y si yo quiero?¿ tú querrías?

Los ojos de Seher se abrieron de par en par cuando al fin comprendió, él quería casarse con ella. Era una locura se conocían de hacia sólo un día…bueno dos…quizás tres si contaba su primer encuentro…esto era una locura él no podía estar hablando en serio.

- ¡Contéstame! ¿Sí o no?

Seher lo miró muda no podía decir sí, era una locura,…pero tampoco podía decir no…

Yaman sabía que se había precipitado pero ni quería ni podía parar, él siempre había forzado la suerte a su favor y volvería a hacerlo una vez más. Ella no había dicho que sí pero tampoco no y eso le dio esperanza. 

A continuación fue él quien se movió,  cogió a su chica de la mano y salió del callejón, paró en mitad de la calle principal y se puso frente a ella. Tomó su cara entre las manos igual que había hecho esa mañana y le dijo.

- Ya que no contestas yo elijo por los dos…

Entonces la besó, tomó su boca como llevaba deseando hacer todo el día, devoró sus labios con el ansia viva de un  hombre hambriento y compartió en ese beso su alma…Y ella lo correspondió… No supieron cuanto tiempo se estuvieron besando en mitad de la calle Estrella, el tiempo había perdido su utilidad por ser innecesario…pero cuando pararon a buscarse los ojos, la realidad se hizo presente y en ella había dos mujeres de negro que los observaban muy sorprendidas.

Continuará…


Comentarios

  1. Ameeeeeeee este gran capítulo por Dios!!!!!!!!!!

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  2. Súper, pronto tendremos boda. Ufff, que Historia más linda. Gracias🇻🇪🇨🇴💞

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  3. Amoooo esta historia ♥️♥️♥️♥️

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  4. Jiji las hurracas los van a casar que inteligente yamncim jajajaaa urra 😍😍😍♥️😘💃💃💃💃💃

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  5. Como siempre me dejas con ganas de seguir leyendo. Maravilloso cariño. Gracias mi linda costurera de palabras. Esperaremos 🤗✍💯🌹💫🔥🔥💞💞💞💞💞💞💞💞

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  6. Ya lo he dicho en el Wattpad.. peor lo digo otra vez. Me cambiaba por Seher en cada capítulo de esta historia alternativa.. que bien. Que bueno que extraordinario.. y que ansia por qué continúe.....gracias Laura y bravo!!!!

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  7. Muy bien Yaman, buena jugada, pronto tendremos bodax

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