LA CHICA DE LOS OJOS VERDES (Décima parte)

 




La chica de los ojos verdes (Décima parte)

*El teléfono móvil al que llama está apagado o fuera de cobertura en este momento, por favor, inténtelo de nuevo más tarde*.

Quizás esta había sido la llamada no contestada un millón, no podía estar segura ya que no llevaba la cuenta. Aproximadamente hacia dos horas Cenger se había quedado dormido frente a ella en el sofá. No podía culparlo…la tarde y la noche habían sido largas. Ahora la claridad del día llenaba con su luz todo el salón. Ella no podía dormir, necesitaba escuchar su voz, necesitaba verlo, necesitaba sentirlo, necesitaba de su olor y su calor…no podía dormirse...él  no podía dormir sin ella y ella a pesar de poder, elegía no dormir sin él.

Los ojos le volvían a arder clamando por dejar escapar unas lágrimas que aliviasen la tensión, y ella no lo consintió, si empezaba a llorar quizás ya no pudiese parar…no vería su nombre en la pantalla del móvil cuando él por fin le devolviera la llamada…Así  que parpadeó repetidamente hasta aliviar el ardor y volvió a presionar el botón de llamar...

Toda esta pesadilla comenzó la tarde noche anterior…Después de que Yaman se  marchara, salió de la piscina y se ocupó de Yusuf. Tras el baño y la cena habían tenido un momento maravilloso…su hermana había ido al cuarto de Yusuf y se encargó de arroparlo para dormir y le cantó una canción. El niño estaba tan feliz…y ella también, por fin volvía a escuchar la hermosa voz de Kevser. Madre e hijo se quedaron solos en la habitación y ella salió dejándolos juntos en su pequeño mundo…un mundo que empezaba a reconstruirse de nuevo.

Bajó al salón con el teléfono en la mano y aunque titubeó finalmente llamó a su novio deseosa de contarle el gran paso que había dado su hermana aquel día. También quería saber como había llegado al hotel, si había comido y convencerlo de que intentara dormir… si era necesario se quedaría al teléfono toda la noche en una video llamada…cualquier cosa para que él estuviese bien. Cuidarlo ya se había convertido en una necesidad para Seher, no podía evitarlo…él ya era suyo y ella cuidaba con esmero todo lo que le pertenecía…siempre.

El teléfono estaba apagado y ella pensó que quizás había olvidado volver a encenderlo después del vuelo…así que se puso a leer un libro y esperó. Al cabo de una hora lo volvió a intentar y  nada…seguía apagado. Lo volvió a intentar cada hora durante tres horas cada vez más nerviosa…Siempre existía la posibilidad de que él estuviese reunido o ya a esas horas incluso dormido, vencido por el agotamiento acumulado de estos últimos frenéticos días de trabajo. 

Decidió encender el televisor que normalmente nunca veía con idea de comprobar si el día siguiente sería tan caluroso como lo había sido el de hoy y distraerse un rato de la preocupación por él. Nada más encenderlo, vio los avisos que siempre aparecían en rojo  brillante en la parte baja de la pantalla cuando sucedía un acontecimiento importante en el país. Leyó el teletipo y su corazón se paró…

- Explota bomba en el Hotel Intercontinental de Adana, hay al menos quince muertos confirmados y una gran multitud de heridos. Ningún grupo terrorista a reivindicado hasta el momento su autoría. El miedo a que haya más artefactos está dificultando las tareas de rescate y atención a las victimas. En su mayoría clientes y personal del hotel…

Un frío helado se apoderó de Seher mientras el lugar del atentado Adana resonaba en su cabeza. No sabía en que hotel se alojaba Yaman, así que llamó a Cenger y juntos comenzaron a llamar al personal de la oficina para recabar información. Yaman viajaba sólo y les costó llegar a su secretaría que no atendía el teléfono. Cuando por fin lo hicieron les confirmó la peor de las noticias Yaman se alojaba en el Hotel Intercontinental…

Después de recibir esta noticia, lo siguiente que sucedió era confuso en la mente de Seher. Escuchaba muy a lo lejos como  Cenger llamaba a todos los contactos que tenían,  a hospitales y policía en un intento de conocer la suerte de su patrón. Desgraciadamente la situación en Adana era de caos total y no hubo forma…

A Seher sólo le quedó llamarlo una y otra  vez,  sin perder un ápice de esperanza en cada intento…hasta que la noche se hizo día.

Adalet llegó al salón con una taza de algo humeante en las manos para Seher.

- Señorita, lleva toda la noche despierta…por favor tome esto e intente dormir al menos un par de horas…caerá enferma y…la necesitamos.

Seher miró a Adalet sin comprender casi lo que esta le decía, pero aceptó la taza de sus manos…era manzanilla. Tras probarla le tendió la taza de vuelta a Adalet y le dijo.

- Esto no Adalet…por favor ¿me prepararías un café?.

- Pero …señorita…

- No hay peros Adalet cuando él vuelva yo no estaré dormida ¿de acuerdo? Tiene un montón de explicaciones que darme…

- Esta bien señora…enseguida lo traigo.

Adalet sonrió a la vez que se le saltaban las lágrimas . Estos dos estaban muy enamorados…no podían ocultarlo. Y la señorita hablaba ya como su mujer…sin darse cuenta. *Dios que el señor este bien, y volvamos a los días felices en esta casa* Rezó Adalet en muda súplica.

A las diez de mañana Seher bajaba las escaleras de la casa con un pequeño bolso colgado del hombro. Lo había pensado hacia quince minutos y tal cual lo pensó se decidió. Se  marchaba a Adana…buscaría hasta debajo de las piedras hasta dar con él. No estaba dispuesta a esperar más…llamar por teléfono era inútil y ya había perdido demasiado tiempo esperando.

En el salón estaba toda el servicio, Kevser cuidaba arriba de Yusuf y a Ziya le habían ocultado la situación para evitarle sufrimiento. Todos la observaban con ansiedad en el rostro. Nedim quiso acompañarla pero ella se negó, alguien debía quedarse al frente del negocio hasta que Yaman volviese. Cenger también quiso ir con ella y fue igualmente rechazado…era muy necesario en la mansión. Ella encontraría a su novio y lo traeria de vuelta a casa…y se bastaba ella sola para hacerlo. Se disponía a explicar esto mismo en un intento de calmarlos cuando el sonido de la puerta principal al abrirse la interrumpió.

Se volvió hacia el sonido y allí estaba él, de pie, impecable y perfecto. Por un  instante se paralizó, ni siquiera quería parpadear por miedo a que su imagen se esfumara. En el perfecto rostro de Yaman se estaba formando una sonrisa que se desvaneció cuando percibió el bolso de viaje colgado del hombro de ella, trocando en un ceño fruncido. 

Seher dejó caer el bolso al suelo con un ruido seco y casi corriendo fue hacía él. Yaman no esperaba este gesto, no entendía nada de lo que estaba sucediendo, pero cuando ella llegó a él y se abrazó a su cuello la abrazó a su vez…tanto la había extrañado. 

Tras este impetuoso abrazo Seher se aparto de él y empezó a revisar todo su cuerpo buscando heridas o algún daño en él.

- ¿Estás bien?¿tienes algo?...¡Yaman Kirimli! Dime ahora mismo donde estas herido…estaba a punto de salir a buscarte…¿Porqué no contestabas el teléfono? Estaba a punto de volverme loca ¿sabes?

Yaman seguía sin comprender que sucedía …pero cuando la miró vio como de sus hermosos ojos verdes caían lágrimas sin parar a pesar de su tono de enfado y la abrazó con fuerza contra su pecho.

- Tranquila cariño, estoy bien…no estoy herido…

- No vuelvas a hacerme nunca algo así…

- Lo prometo…

Repentinamente se escuchó un carraspeo con mucha intención que los sacó de su intima conversación. Habían olvidado que no estaban solos en el salón… 

- ¿Me puede explicar alguien, por favor, que esta pasando aquí?

Esta voz hizo que Seher contuviera la respiración y que Yaman se envarara. Ambos se miraron y luego fijaron su vista en el hombre que acababa de cruzar el umbral de la puerta.

El Seño Yusuf los miraba con gesto severo y sorprendido, pero Yaman no se echó atrás. Tomó la mano de Seher y le contestó.

- Señor Yusuf en el camino le comenté que había un tema importante que quería tratar con usted a nuestra llegada a Estambul…pues bien…no pretendía que fuese así pero…estoy enamorado de su hija y quiero casarme con ella…ya…bueno lo antes posible.

El señor Yusuf estaba bastante sorprendido de semejante declaración, aunque estaba intrigado por las intenciones de Yaman que no le había dado opción a declinar su ofrecimiento de llevarlos a él y a su hermana a Estambul aprovechando que estaba cerca de Antep por negocios. Ahora lo entendió todo…pero ¿que pensaba su hija de semejante declaración? Miró a su hija y le preguntó.

- ¿Y tú qué hija? ¿Qué dices?

Seher apretó fuerte la mano de Yaman para darse valor y noto como él le correspondía el gesto. Entonces sus ojos buscaron los ojos de él y vio en ellos la esperanza y la duda. Y sin apartar su mirada de la de él  le contestó a su padre y a Yaman.

- Papá estoy enamorada de este hombre y quiero casarme ya, bueno… lo antes posible. 

Seher repitió las palabras de Yaman con una sonrisa en los labios. Jamás volvería a callarse un te quiero.

El señor Yusuf los miraba, los vio de nuevo perdidos en los ojos del otro y supo que el destino ya estaba escrito. Con su hija mayor aprendió bien la lección…

- Bien, creo que esta situación requiere de un buen café…podemos prescindir de las flores y el chocolate e incluso de los anillos pero no del café... 

- Yo tengo los anillos.- dijo de repente Yaman.

Seher lo miró sorprendida mientras este los sacaba del bolsillo, los tenía con él desde el día después de que ella dijo sí.

Seher le sonrió maravillada, maravillada de amarlo tanto, maravillada de la vida, que era capaz de ponerlo todo patas arriba en un solo instante…

Soltó, no sin trabajo, la mano del que en breve sería su prometido para ir a la cocina a hacer el café.  Yaman invitó a su suegro a pasar al salón e inmediatamente  siguió a Seher. La pilló junto a la puerta del cuarto de la limpieza y sin darle tiempo a reaccionar la cogió en brazos y se encerró en éste con ella. Estaba a oscuras fugazmente iluminado por la luz que entraba por debajo de la puerta, olía bien a cera al limón de abrillantar los muebles y a pino.

Sin mediar palabras se devoraron mutuamente, hambrientos de sensaciones. Deseosos de atrapar algo intangible. Creando un mundo nuevo, donde nada es imposible. Descubriendo al fin que significa el amor, amor más allá de lo que cuentan los libros o describen los poetas. Amor del que te hace sentirte gigante o minúsculo bajo un simple toque, si la caricia proviene de la mano destinada.

Esa noche las cintas rojas acariciaron finalmente las palmas de sus manos y esa noche sus anulares izquierdos empezaron a pedir joyas que los adornasen. 


Comentarios

  1. Hermoso, por un momento me asusté en que le había pasado algo malo

    ResponderEliminar
  2. Ahhhh. Esto está hecho!!!!! En dos días boda y consumación!!!! Lo veo lo veo...venderle la historia a la Naz.... Que tu la estás escribiendo mejor que todo un equipo de guionistas..como me gusta este Yaman. Y esta Seher...y que envidia cochina..jajajaja. 😍🔥😘🔥😘🔥😘🔥😘🔥😘🔥😘👏👏👏👏👏

    ResponderEliminar
  3. Wuau, demasiado bueno este capítulo. ¿Dónde estaba Yaman, cuando explotó la bomba? En Antep.Bueno eso lo veremos en el próximo. Felicitaciones. Muy bueno./Neyda🇻🇪🇨🇴💞

    ResponderEliminar
  4. Hermoso ♥️♥️♥️🎉🎉🎉🔥🔥🔥 me encanta 🥰

    ResponderEliminar
  5. El amor se palma, se huele y ellos estan borrachos de el.. menos mal que os tenemos a vosotras para darnos cosas bonitas porque con la Naz.. esperando a la boda!!

    ResponderEliminar
  6. Hola, UNA V EZ MAS GRACIAS, esta historia termina aqui o sigue?, me encanta, bendiciones

    ResponderEliminar
  7. Laura ya no hay continuacion de la historia

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

LA CHICA DE LOS OJOS VERDES (Epílogo)

EL RATONCITO (Capítulo 6)

EL RATONCITO ( Capítulo 1)